El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont aspira a crear una Catalunya independiente virtual y para ello cuenta con el apoyo de los informáticos que le ayudaron en la creación de páginas web alternativas para promover el referéndum del 1 octubre de 2017 y en la creación de la plataforma digital tras la que se escondió el Tsunami Democràtic, que convocó las protestas contra la sentencia judicial a los organizadores de la consulta. Cuatro informáticos y expertos y divulgadores de las tecnologías digitales –Elies Campo, Xavier Vives, Pau Escrich y Joan Matamala– forman parte de este grupo. Matamala es el representante legal de la Fundació Nord, creada en 2020 para promover el uso de criptomonedas y el voto electrónico, instrumentos que pueden dar forma al sueño de Puigdemont.
Campo, Vives, Escrich y Matamala aparecen en el informe que ha elaborado el primero de ellos para el laboratorio canadiense de investigación en tecnología y derechos humanos Citizenlab y que se ha presentado con el nombre de Catalangate. Los ordenadores y teléfonos móviles de todos ellos habrían sido espiados con la aplicación Candiru, diferente a Pegasus, que sólo se introduce en los teléfonos. De la Fundació Nord también forma parte un quinto activista digital incluido entre las víctimas del informe de Elies Campo: Jordi Baylina.
Baylina, que el pasado 17 de marzo dio una conferencia en el Parque Tecnológico de Girona, donde tiene su sede la Fundación Nord, sobre “aplicaciones descentralizadas”, convenció a Puigdemont para que se incorporara a la promoción de la criptomoneda ethereum. Ambos tienen los perfiles de Twitter con su nombre acompañado de las siglas .eth, que representan a esta moneda virtual. A finales del año pasado, el expresidente de la Generalitat abrió una cartera pública de ethereum y dijo que lo hacía “para contribuir, experimentar y participar en herramientas que permitan a los ciudadanos participar activamente en la gobernanza y para que los gobiernos sirvan mejor a sus ciudadanos”. Lo explicó en un tuit en el que ya aparecía como krls.eth: “Desde hace cierto tiempo, gracias a la ayuda inestimable de verdaderos expertos, valoro la potencialidad transformadora que la tecnología tiene sobre la gobernanza, la organización política y las ideologías. No como tecnólogo, que no soy, sino como responsable político”. Y, como tal responsable político, Puigdemont dijo que esta tecnología «permite construir lo que algunas personas llaman estados descentralizados».
De estos estados descentralizados, de criptomonedas, de voto electrónico y de las reuniones que han mantenido en los últimos tiempos con Puigdemont en Bélgica podrán hablar pronto todos estos expertos en nuevas tecnologías en la Comisión de Investigación sobre el espionaje que se reunirá en el Parlament de Cataluña en unas sesiones que prometen ser apasionantes.
