La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, está en su último periodo en el cargo. No es que ella quiera dejarlo, es que los mandatos a la Asamblea tienen los años limitados, y a ella se le están acabando los suyos. Ya cuando accedió al liderazgo de la ANC, la entidad sufrió una sacudida importante, una batalla interna por el poder que enfrentó a diferentes sectores de la entidad, provocó acusaciones de pucherazo y de presiones inadecuadas y que se saldó como se pudo entronizando Paluzie a la presidencia con el disgusto de algunos.
Ahora, cuando ella tiene que dejar el cargo, las diferentes familias de la Asamblea temen que aquella lucha rebrote, que se desencadene de nuevo una guerra interna por el poder a la entidad y que la imagen de la ANC acabe más tocada de lo que ya está. Para evitarlo, no son pocos los que piden una única candidatura unitaria, y sin oposición, con un relevo a la búlgara, que muestre unidad interna. Pero como era de esperar, no hay muchos nombres que puedan suscitar la unanimidad de una manera tan clara. De momento, las conversaciones ya se han puesto en marcha. Quedan todavía unos meses delante y el resultado está para ver.
