El presidente español, Pedro Sánchez, ha justificado el giro de su gobierno sobre el Sáhara Occidental porque cree que hay una «ventana de oportunidad» para resolver el conflicto, que lleva casi medio siglo atascado.
España considera la propuesta marroquí de dar autonomía a un Sáhara Occidental ligado a Rabat «como la base más seria para la resolución», ha dicho Sánchez en el Congreso. El presidente español considera que Naciones Unidas debe ser el «marco para solucionarlo», pese a que la ONU siempre había apostado por un referéndum de autodeterminación, aunque en los últimos años se había resignado a una «solución política realista».
«Marruecos es un socio estratégico e indispensable», ha justificado Sánchez, quien considera que el cambio de postura es un paso de la «política real» para dar «estabilidad y seguridad» en España y en las ciudades de Ceuta y Melilla.
El presidente español asegura que la apuesta por un Sáhara autónomo dentro de Marruecos es un «paso más en el camino iniciado hace catorce años», cuando Marruecos hizo la propuesta para intentar desatascar el conflicto, y ha negado que tenga «desinterés ni desatención al sufrimiento del pueblo saharaui».
La decisión de Sánchez, que ha levantado mucha polvareda en Argelia, el principal suministrador de gas en España y aliado del pueblo saharaui, también ha despertado muchas críticas entre sus socios de gobierno y el resto de la oposición.
