Bagdad en TV3

El Mobile World Congress ya ha finalizado. Cien por cien presencial después de dos años pandémicos, este congreso ha contado con unos 60.000 participantes, 55% de los cuales hombres. Quien también ha abierto aprovechando los días de congreso, ha sido la mítica sala Bagdad, con la intención de hacer su agosto ante los 39.000 potenciales consumidores de prostitución que este encuentro tecnológico hacía llegar a Barcelona.

Resulta chocante la naturalidad con la que se ha difundido la noticia. Es extraño que en una ciudad que se cree de izquierdas, que se llama progresista, que presume de respetar los derechos de las personas, se permita con tanta nitidez que por el Mobile la ciudad se llene de prostitutas para satisfacer los deseos de congresistas hambrientos de carne. Pero más sorprendente para mí ha estado comprobar como TV3 se hacía eco también de la reapertura de la sala Bagdad sin hacer ni un análisis ni una crítica, sino regalándole un reportaje publicitario nada más y nada menos que en horario por la tarde en un programa como Tot es Mou. Si, el Bagdad quizás daría más para un programa de historia oculta de la ciudad, para un reportaje interesante, pero ha sido lo Tot es Mou el que ha hablado con la Juani, que sin problemas les ha abierto la puerta y ha mostrado a toda Cataluña sus trabajadores en acción.  Para los que no sois conocedores del programa, el Tot es Mou es un magacín ligero basado en la actualidad y el entretenimiento. Y esto es lo que deben de considerar que es, entretenimiento, ir al Bagdad, como lo demuestra que una de sus periodistas haya ido a hacer una excursión, como si se tratara de ir a una calçotada, aprovechando su apertura por el Mobile y dando a entender que esta sala es una de las imprescindibles a visitar si vienes a la ciudad.

Si nos fijamos en la descripción que hace el mismo programa en su web, este declara su intención de sensibilizar sobre la violencia machista. Incluso detalla una sección específica para esta, “Para ser mujeres”, con la periodista Neus Sala.

Resulta, pero, que la explotación de las mujeres no tiene nada que ver con el patriarcado ni está vinculada con la violencia estructural que el sexo femenino sufre. Por eso a TV3 le parece normal que por la llegada de 40.000 hombres en la ciudad se dispare la demanda de mujeres hasta el punto que estas sean desplazadas por sus proxenetas a la capital para incrementar sus ganancias, hasta el punto de hacer un pequeño reportaje transgresor mostrándonos el interior de la sala y las dotes artísticas de los actores.

No. No pido que el Tot es Mou sea un programa crítico y penetrante ni que haga periodismo de calidad. Lo que pido es que no frivolice intentando normalizar la explotación de las mujeres, y menos en horario infantil. No. No me escandaliza que mi hijo pueda ver en la televisión un cartel que ponga “Sexo en vivo”. Lo que me escandaliza es ver como la televisión pública ve normal dar publicidad a una ideología que nos pretende inculcar que consumir cuerpos es lo más normal del mundo. Me escandaliza que sin ni pestañear estén dando la idea de que los hombres pueden consumir a las mujeres, que tenemos un precio y que además, es transgresor y te puedes sentir orgulloso.

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