Este artículo lo escribo a petición de mi hermana Desirée que está indignada con el término que llevamos días oyendo cada dos por tres de los barones del PP.
Etimológicamente hablando, barón significa “hombre fuerte” o “macho dominante”. Está claro por tanto que es un término claramente machista, instaurado antiguamente en una clase política únicamente dominada por hombres.
Usar este término de manera constante, en una sociedad democrática, y que, por lo menos en la teoría, busca la igualdad, es del todo arcaico y denigrante para la totalidad de las mujeres, que recuerdo somos el 50% de la sociedad.
Peor debe sentarles a las numerosas mujeres, que por suerte ya están formando parte de la dirección de los partidos políticos y con cargos importantes, incluso entre el Gobierno de España.
En eso, empezamos a sufrir un gran cambio desde el Gobierno de Zapatero al actual de Sánchez.
Entiendo que una rancia derecha como es el PP lo use y de que lo use la ultraderecha fascista de VOX, que son capaces de negar la violencia machista, pues no hace falta ni comentarlo.
No entiendo como el Partido Socialista y Podemos aceptan esta terminología y la integran en su vocabulario, incorporándola en el discurso político y en redes sociales.
Tampoco entiendo como medios de comunicación que se suponen de izquierdas como la Sexta lo repiten sin cesar en sus numerosos programas políticos e informativos, no creo que se den cuanta de lo rancio y viejuno que resulta ese término y de lo mucho que envejece a la política. Lo mismo sucede en la televisión pública que pagamos los y las españolas. Confieso que toda vez que oigo esa palabra me cuesta seguir y no cambiar de canal.
Tenía la esperanza de que los nuevos aires de igualdad que se respiraban con declaraciones rotundas como la de la vicepresidenta Calviño negándose a ir a actos donde solo hubiesen hombres harían que estos restos arcaicos y claramente machistas se eliminaran. Dejémoslo en que soy una feminista optimista a la que la realidad le devuelve al patriarcado a “golpe de barón”.
