Los Mossos d’Esquadra colaborarán estrechamente en Fin de Año con la Guàrdia Urbana de Barcelona y el resto de policías locales de Cataluña para garantizar que no se producen altercados y se respetan las restricciones que ayudan a hacer frente a la pandemia.
Gracias al toque de queda desde la 1:00 h y al cierre del ocio nocturno, los cuerpos policiales confían en que la noche sea tranquila. Así lo ha confirmado en Catalunya Ràdio la portavoz de los Mossos d’Esquadra, Montserrat Escudé: “No se prevé una noche demasiado complicada porque hasta ahora ha habido un gran cumplimiento de las restricciones por parte de la ciudadanía”.
Los Mossos afrontan la primera madrugada del año con un dispositivo especial que ha incrementado en 200 agentes los efectivos ordinarios. Ése será también el número de policías encargados de realizar hasta 52 controles de alcoholemia y drogas durante la noche.
Escudé ha confirmado que la actuación de los Mossos primará “la línea informativa y preventiva”, de manera que se prevé cierta flexibilidad en cuanto a la aplicación del toque de queda y el uso de la mascarilla en exteriores. El trabajo de los agentes se centrará también en evitar fiestas ilegales como la de hace un año en Llinars del Vallès: “El objetivo básico vigilar que no haya concentraciones no autorizadas», ha explicado la portavoz.
Por otro lado, la preocupación de los Mossos d’Esquadra y otros cuerpos policiales se centra en cómo está afectando la covid-19 a los agentes. Escudé ha afirmado que “el impacto en los mossos es el mismo que en otras organizaciones” y se está produciendo una cierta “tensión”. No obstante, ha garantizado el servicio en todo el territorio catalán.
