La tuitera mayor del laportismo, Elena Fort, fracasa como directiva

Según un informe de Nicestream, la actual vicepresidenta y portavoz era la ideóloga de los ataques encarnizados y eficientes de las redes contra Rosell y Bartomeu

Los extremos de la investigación del Barçagate, episodio nimio y ridículo comparado con el caso Benaiges y la protección ofrecida y demostrada de Joan Laporta y de Víctor Font a un pederasta confeso, había de topar tarde o temprano con lo que pudiera haber al otro lado, es decir con la evidencia de que el laportismo y las fuerzas afines que desde hace muchos años venían dominando la permanente erosión de Sandro Rosell y de Josep Maria Bartomeu en las redes sociales seguían un determinado patrón.

Los informes elaborados por Nicestream, la empresa acusada y denunciada por varios socios por haber creado cuatro cuentas contrarias a personajes del entorno del club, hablan de una magnitud monstruosa de esa red opresiva, persecutoria, organizada y competente, que venía actuando con fines inequívocos y perfectamente dirigidos contra la junta directiva de turno del FC Barcelona, bajo el liderazgo de Elena Fort, ex-directiva de Laporta hasta 2010 y ahora de nuevo miembro de la junta ya con el rango de vicepresidenta y portavoz.

Esta identificación fue el resultado de clasificar, como hizo Nicestream en el cumplimiento de su trabajo de monitoreo de las redes sociales, los mensajes críticos, insultantes, contrarios y alineados que tenían como único propósito desprestigiar y destruir, desautorizar y arruinar cualquier aspecto de la gestión y administración del FC Barcelona en aquella época.

Los informes de Nicestream que ahora han aparecido en las diligencias del caso, evaluando cómo y en qué magnitud las redes sociales respiraban o, mejor dicho, echaban fuego por los dientes contra la directiva de Bartomeu, no han recibido el bombo mediático, acusatorio y desenfrenado de otros aspectos de la misma investigación del caso. Ese otro lado no interesa.

Una de las tareas encargadas a Nicestream (I3Ventures como filial) consistió inicialmente en el lógico análisis de los ataques reputacionales de los que era objeto la gestión de la junta y, si se daba el caso, de las arremetidas individualizadas en la figura del presidente Josep Maria Bartomeu o bien de directivos, ejecutivos e incluso, por la cantidad y volumen, considerable, dirigidos al ex-presidente Sandro Rosell y, en menor medida, a otros ex-altos cargos o ex-directivos.

Hasta la contratación externa de este análisis a partir de octubre de 2017, el FC Barcelona, al igual que otras grandes instituciones, no había decidió ampliar esta nueva práctica y necesidad operativa de conocer las reacciones en las redes sociales, de medir y evaluar las corrientes de opinión y, más recientemente, el grado de incidencia de los denominados ‘bots’ y otros procedimientos artificiales de amplificar el eco de las diferentes ideas o ataques mediante cuentas operadas artificialmente y no por socios, aficionados o personas reales.

Mediante la experiencia y el trabajo profesional de Nicestream esta visión y observación se expandió analizando con mucha más profundidad los mensajes en las redes, lo que se tradujo en una serie de listas de tuiteros considerados detractores de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu.

El foco, por persistencia, contenido, seguimiento y retuits, acabó puesto en una serie de cuentas entre ellas la de Elena Fort, actual vicepresidenta institucional del Barcelona. De acuerdo al criterio de Nicestream, Elena Fort podía considerarse la cabeza pensante de una red organizada que actuaba en redes sociales contra la junta de Bartomeu.

Con fecha diciembre de 2018, Nicestream hace referencia a una posible “red estructurada de cuentas que operan contra Bartomeu y Rosell, cuyo objetivo es amplificar noticias polémicas vinculadas contra ambos y dañar su imagen”. 

Además, interpreta que la mayor parte de estos ataques podrían estar organizados por Laporta y su “núcleo duro” como reacción por el juicio de la acción de responsabilidad civil iniciado por la junta de Rosell primero y la de Bartomeu después. 

Sobre ese núcleo duro, Nicestream señala a cuatro ex-directivos de la época 2003-2010: Elena Fort (actual vicepresidenta), Josep Ignasi Macià (actual directivo), Alfons Godall y Xavier Sala i Martín. También señala las cuentas que más cantidad de mensajes filolaportista y contra Bartomeu: @sandro_dimitit, @getafegate, @joanfontes, @siemprepositifo y @eldeu.

El informe razona lo siguiente: “El hecho de que lleven ocho años difundiendo información contraria a Sandro Rosell y contra la actual directiva lleva a pensar que no son meros seguidores del Barça de perfil laportista, sino que probablemente se trate de una organización de pequeñas dimensiones que trabaja por encargo para conseguir, en un primer momento, la dimisión de Rosell y en la actualidad adelantar las elecciones del FCB”.

Para las ‘víctimas’ de esta especie de organización la verdad es que este informe no les produjo un impacto especialmente sorprendente ni nuevo, pues la “guerra de las redes” siempre estuvo dominada y gobernada, de forma aplastante, por las fuerzas laportistas.

De hecho, aunque el Barçagate se haya proyectado como un escándalo de proporciones mayestáticas y descomunales, las cuatro cuentas que Nicestream abrió en su día -tal y como ha explicado y declarado Carlos Ibáñez, su propietario, por su cuenta- para observar las reacciones con mensajes de opinión inversa a la generalizada en las redes, estas cuentas reactivas pueden considerarse invisibles, inocuas e inapreciables en el universo de las redes sociales de temática barcelonista. 

Esta ola mayoritaria, laportista, guardiolista e històricamente cruyfista, acuñaba el sello detractor y ácido, según Nicestream, de la actual vicepresidenta: “Los perfiles más activos han mostrado estar estrechamente vinculados con ella a través de sus timelines, por lo que podría confirmarse una de las hipótesis de este informe: Fort es una de las organizadoras de esta red detractora”.

El informe, finalmente, revela una larga lista de 171 usuarios de Twitter que para los receptores y afectados que desde hace años han sido y son el blanco indiscriminado y sin límites de estas cuentas, reales y multiplicadoras, no supone tampoco ninguna novedad ni cambio.

Lo que sí ha supuesto una parcial inversión de las reacciones a algunas cuentas como la de Elena Fort es el efecto de gobernar y la obligación de hacer seguidismo de las decisiones unilaterales, totalitarias y desconcertantes de una junta directiva sin plan ni salidas. No hay comentario de Elena Fort que no rezume contradicción, ignorancia, metedura de pata y una obsesión desmedida por sentar cátedra barcelonista sobre cualquier tema. El resultado es que en su intento de colaborar con las causas propias del poder lo que hace es coleccionar disidentes y nuevos enemigos. 

Los últimos no tienen desperdicio: “El estadio tiene una vida útil que está prácticamente en su finalización. Si no se aprueba el Espai Barça en los próximos años se tendrá que hacer una inversión de unos 400 millones de euros a fondo perdido”, ha comentado para aterrorizar a los socios después de seis años de oposición al proyecto cuando no era directiva. 

Otro: “Me genera una contradicción personal muy importante el amistoso de Arabia Saudí. Me he quejado. Tenemos que salvar el Barça, tengo que respirar y hacer cosas que a veces no nos parecen bien”. Siempre se puede dimitir cuando los principios personales conculcan los de la directiva a la cual se pertenece si se pretende ser coherente. Con todo lo que había criticado el acuerdo publicitario con Qatar ahora, en cambio, ha debido aceptar el buen dinero saudí para pagar, entre otras cosas, a todos los contratados del presidente, que siguen llenando los despachos sin freno ni límite.

Y el último: “Confiamos al 100% en el proyecto de Xavi”, afirmación que, claro está, no hizo sobre Koeman. “Sin querer hacer victimismo, tenemos que entender que la herencia recibida del club nos lleva a la situación que estamos viviendo ahora”, ha aclarado, aunque eso después de confirmarse que Xavi ha sido el peor entrenador debutante en muchos años. Ahora, a Xavi le concederán paciencia, apoyo, pacificarán el entorno y le traerán los fichajes que le negaron a Koeman y sí, a la larga, el equipo mejorará. Seguro que, en el tuit de celebración, cuando llegue el momento, se pondrá la primera. Y si no, volverá a cargar contra Bartomeu…

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