En el Principado de Andorra hay unos veinte museos, la gran mayoría de iniciativa privada. Su temática es muy variada: se exhiben al público visitante colecciones particulares de automóviles, de motos, de cómics, de miniaturas, de iconos ortodoxos, de arte sacro, de tabaco, de pinturas, de perfumes, de mobiliario… El más destacado de todos ellos es, sin duda, la exposición permanente de obras del fondo de arte que atesora Carmen Cervera, la viuda del barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemiza.
Pero la crisis que golpea a Andorra, donde el impacto de la pandemia de la covid ha sido durísimo, ha hecho que dos de estos museos, propiedad de grandes fortunas del país, hayan anunciado que cierran sus puertas. La filantropía tiene un límite, y cuando se trata de rascarse el bolsillo, año tras año, para mantener el afán de notoriedad familiar, se acaban haciendo cuentas y tomando decisiones drásticas.
La poderosa familia Reig (fundadora de los bancos Crèdit Andorrà y Andbank) inauguró en 2003, en el centro de Sant Julià de Lòria, el Museo del Tabaco, en honor y memoria de la actividad empresarial que está en el origen de la fortuna de este clan. Se trata de un modernísimo equipamiento cultural dedicado al proceso de elaboración del tabaco y que también acoge exposiciones temporales.
Pero los gastos de personal y de mantenimiento del Museo del Tabaco son muy altos y el número de visitantes es escaso. Por eso, la Fundación Julià Reig, titular del centro, ha decidido cerrarlo a partir del 9 de enero próximo y su contenido se podrá visitar solo virtualmente, en línea.
El otro museo que ha desaparecido este mes de noviembre es el dedicado a la perfumería, ubicado en uno de los establecimientos comerciales de la cadena Júlia, en Escaldes-Engordany. Este museo fue inaugurado en 2004 y exhibía una parte de la valiosa colección, con más de 38.000 piezas especializadas en el mundo del perfume, que ha acumulado, durante décadas, la familia fundadora de esta empresa, los Zamora.
El drama del cierre de estos dos museos es que refleja la decadencia de las grandes familias andorranas. Los Reig fueron los grandes caciques del Principado en el siglo XX y el actual jefe de Gobierno, Xavier Espot, es hijo y sobrino de las hermanas Zamora, las impulsoras de la expansión de la cadena Júlia.
