El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, sabe que entre los consejeros de Junts per Catalunya (JxCat) en el gobierno catalán no hay grandes liderazgos. Ni Carles Puigdemont ni Laura Borràs forman parte, por cuestiones evidentes. Pero además, el vicepresidente Jordi Puigneró no arrastra masas ni dentro de JxCat ni entre el independentismo.
En cambio, sabe que el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, despierta simpatías entre los catalanes y esto podría hacer crecer su liderazgo. Es por eso que desde Presidencia intentan frenar este “simbolismo” que aseguran que detectan en torno de su figura, y por eso Aragonès lidera, junto al consejero, todos los actos importantes del departamento y también por eso el presidente aparece muy ligado a las políticas de Salud, incluso haciendo el discurso de la Diada desde el antiguo Hospital de Sant Pau.
