La prensa oculta que Mediapro lo ha vuelto a hacer

Un testigo de la filial americana ha reconocido ante el juez el pago de sobornos, efectuados en Panamá, para conseguir derechos de TV

Jaume Roures, factótum de Mediapro
Jaume Roures, factótum de Mediapro

El deterioro de la imagen de Mediapro en el ámbito internacional, curiosamente, resulta inversamente proporcional a la enorme aceptación mediática, prestigio y capacidad de penetración en el mercado de la producción y de la gestión audiovisual en Cataluña, sobre todo, y también en el resto del estado.

Los tentáculos de Jaume Roures, de sus sociedades y de empresas satélites en este ámbito copan los presupuestos de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) -TV3 y sus canales-, pero también de otras televisiones como TVE. No hace falta decir, porque salta a la vista, que su fundador y líder, Jaume Roures, pasa por un gurú de la comunicación y un referente en torno al FC Barcelona, el club del que ha poseído los derechos durante los años más felices del ‘laportismo’ y la gestión en exclusiva de Barça TV, uno de los negocios más rentables de su carrera.

Hoy, sin embargo, Mediapro se ha convertido en el demonio de la Ligue 1 de Francia, donde dejó colgado el contrato que tanto persiguió y a los clubes en una situación de crisis económica muy fuerte, como resultado de la dependencia de este gran contrato incumplido y ahora sometido a una fuerte presión legal por parte del organismo que controla en Francia el fútbol profesional. También tuvo sus más y sus menos con la Serie A italiana, en un intento por controlar sus derechos de emisión y explotación.

Esta semana, se ha añadido una información que relaciona a Mediapro internacional con otro escándalo de sobornos para hacerse con los derechos de televisión en torno al fútbol americano. Según ha informado Crónica Global, «un testigo clave del caso sobornos que salpica a Mediapro en Estados Unidos ha acusado directamente una filial estadounidense de Imagina, cabecera del audiovisual catalana, de pagar un presunto soborno de 350.000 dólares (300.000 euros al cambio actual) a una cuenta bancaria de Panamá, considerado paraíso fiscal por la Unión Europea. A cambio, habría conseguido derechos de retransmisiones deportivas».

El testigo, Reynaldo Vázquez, «que se ha declarado culpable de un delito de conspiración para extorsionar, explicó con todo lujo de detalles y bajo juramento la implicación, siempre según él, que tuvo Media World, filial de Imagina -cabezera de Mediapro- en un esquema criminal para pagar mordidas a cambio de conseguir los derechos televisivos de fútbol. Vázquez ha relatado a la juez Pamela K. Chen, que instruye el caso de los sobornos en EEUU, que recuerda el pago de Media World a una cuenta a su nombre en el Citibank de Panamá. Según él, el dinero -los citados 350.000 dólares- los transfirió su «cómplice» de la filial de Imagina para pagar «derechos de marketing y retransmisión deportiva» de la selección nacional del Salvador».

De acuerdo con esta información, «el acusado recibió el dinero y, tras ello, lo transfirió a directivos de Fesfut», la selección salvadoreña de fútbol. Pero es que hubo más, agregó. Media World le llegó a pagar «10.000 dólares (8.500 euros al cambio actual)» a una cuenta de la sociedad Mobilia SA, de la que él era administrador. Este dinero estaba destinado a «inducir» la celebración de amistosos de la selección salvadoreña en Estados Unidos, ha precisado. Los movimientos, ha dicho Vázquez, «nunca fueron revelados a la Confederación del Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol Asociación (Concacaf) o a la FIFA«.

Hace unos meses, Mediapro, a través de su filial americana, ya se enfrentó al pago de una multa de unos 21 millones de euros por su admisión de culpabilidad en un caso similar. Ahora, se enfrenta a graves acusaciones contra directivos de la compañía derivados de las revelaciones de un testigo dispuesto a explicar cómo, a través de una presunta trama criminal, conseguían derechos de televisión.

Las noticias sobre Mediapro que afectan sus acusaciones por lo que parece un modus operandi extendido en territorio americano apenas son visibles y recogidas por la totalidad de la prensa catalana y española, a consecuencia de la habilidad y el poder de Roures. Sus abogados no descansan intentando encontrar en cada noticia y alusión una brecha que justifique enviar un burofax y la amenaza de adoptar medidas legales en caso de no aparecer inmediatamente una rectificación que limpie el ‘buen nombre’ de la compañía.

Ahora, sin embargo, en la aplicación de parámetros y de los códigos éticos en uso, cada vez más compañías rescinden contratos o no trabajan con sociedades que se puedan ver envueltas en litigios que puedan afectar a su reputación o, como en el caso referido, cuando un juez recoge en la instrucción posibles pagos o negocios en países que puedan ser considerados paraísos fiscales para la Unión Europea, como Panamá.

Nada que, en cualquier caso, pueda afectar el enorme volumen de negocios que la matriz de Mediapro, a través de Imagina, mantiene con entidades públicas como el propio Ayuntamiento de Barcelona o las televisiones catalana y española. Al menos, de momento.

Jaume Roures y el Barça
Por el contrario, Jaume Roures ha destacado -en el contexto catalán y del Barça- por su lucha contra lo que presuntamente son procesos de corrupción con origen en el FC Barcelona y/o en sus ex-directivos y ejecutivos. Roures se querelló contra el ex-presidente Sandro Rosell, al que pretendió acusar de haberlo espiado, una causa en la que la fiscalía ya ha dejado fuera Rosell. El ex-presidente, curiosamente, apareció en el mismo sumario que Jaume Roures, lo que finalmente terminó con una multa enorme contra Mediapro, que cayó en su momento en manos de la jueza Carmen Lamela.

La juez, en su muy poco acertada instrucción inicial, relajó y ralentizar contra Mediapro la persecución de todo presunto acto ilícito, por presunta corrupción en la consecución de derechos de TV, mientras que encerró al ex-presidente azulgrana dos años con prisión preventiva. A la hora de los juicios, sin embargo, Sandro Rosell fue declarado del todo inocente y los ejecutivos de Mediapro, en concreto uno de sus fundadores, Gerard Remy, quedó salpicado por este tipo de delitos, además de una fuerte condena contra la compañía.

Jaume Roures también se ha personado en el llamado Barçagate, afectado, en su opinión, por la existencia de una cuenta que presuntamente el FC Barcelona habría creado para generar una opinión contraria a la reputación de Mediapro. Las últimas noticias aparecidas sobre el futuro de las relaciones entre Joan Laporta y Jaume Roures apuntan a que no pasarían por sus mejores momentos, ya que Laporta está jugando a favor de Florentino Pérez en la batalla por la Superliga y en contra de los intereses de Mediapro y de Robles en el negocio de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

También se especula que Jaume Roures no mantendría la parte del aval que, según ha reconocido en los medios, ayudó a conseguir a favor de Joan Laporta, a partir de que se renueven con fecha posterior en la asamblea ordinaria del FC Barcelona.

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