El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado este miércoles en una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat la decisión de imponer de nuevo el toque de queda en Cataluña entre las 01:00 y las 06.00 horas de la madrugada en municipios de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada igual o superior a los 400 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. La medida, que deberá ser antes avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), busca frenar el incremento de contagios en el país, estará en principio vigente durante 15 días.
La medida afectará, si obtiene el aval judicial, a 158 municipios del país, entre ellos Barcelona y el resto de capitales de provincia, que cumplen el criterio o que son vecinos de municipios con la elevada incidencia. La medida afectaría al 78% de la población, 6.017.109 personas. Aragonés la ha justificado para proteger a las personas que aún no están vacunadas y para aliviar la tensión del sistema sanitario. El presidente dice que la medida también busca proteger la recuperación económica y evitar tener que tomar medidas más drásticas en el futuro.
En una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat, Aragonés ha explicado que la medida se ha tomado después de haber hablado con el mundo municipal. El presidente ha recordado que este jueves entran en vigor otras medidas contra la covid y que como el toque de queda son «para reducir la interacción social y proteger a la ciudadanía». El toque de queda sirve «para ir más allá» y «debe ayudar» a frenar «prácticas sociales que dificultan el cumplimiento de las medidas».
