La negociación de los nuevos Presupuestos Generales del Estado podría ser una traba para la estabilidad del Gobierno de la Generalitat. JxCat y ERC tienen posiciones diferentes respecto a la aprobación de las cuentas y mientras los republicanos desvinculan sus votos de la mesa de diálogo, el partido de Carles Puigdemont insiste determinar su apoyo basándose en los avances del diálogo.
En una entrevista a El País, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès , ha defendido la desvinculación entre la mes de gobiernos y la negociación de los presupuestos, y ha asegurado que «las cuentas son una cosa y la negociación otra». El jefe del ejecutivo catalán considera que la voluntad del presidente del gobierno central, Pedro Sánchez, de dialogar «es sincera» y ha señalado que «si rechazamos los presupuestos debe seguir el compromiso con la negociación».
Al ser preguntado sobre las discrepancias de sus socios de gobierno, Aragonès ha afirmado que «si no hay una posición conjunta, esto no será un impedimento para que pueda avanzar una negociación con la máxima ambición», abriendo así la puerta a la posibilidad de que cada partido vaya por su propio camino. Pero JxCat no comparte este punto de vista y este lunes, la portavoz del partido, Elsa Artadi, ha insistido en la necesidad de condicionar el apoyo de los presupuestos a la «voluntad real de negociación» del Ejecutivo central.
«Sería un error garantizar unos presupuestos a Pedro Sánchez cuando aún no sabemos si está dispuesto a sentarse a la mesa de diálogo con voluntad real de negociación», ha advertido Artadi en la reunión de la dirección del partido en el Montseny (Barcelona). JxCat considera que el pacto presupuestario que hicieron posible los republicanos el año pasado fue «decepcionante» y apuesta por determinar el apoyo al gobierno central basándose únicamente en el desarrollo de la mesa de diálogo.
