Sobre el nacionalismo catalán

«El nacionalismo engendra a las naciones, y no a la inversa». Ernest Gellner

¿Cómo nos ha afectado el nacionalismo catalán a los “charnegos”?

La clase obrera que sostiene a Cataluña ha sido despreciada de forma sistemática. He vivido la inmersión lingüística, ya que nací en el año 77 y recién salíamos de una dictadura.

«Asociado a la noción de ethos y de hexis, el concepto de habitus es introducido por Bourdieu hacía 1968 y cobra especial importancia en 1970, con La reproducción,» centrada especialmente en el análisis del papel de la escuela en la reproducción de las estructuras sociales, donde la acción pedagógica (en tanto violencia simbólica), y más precisamente el trabajo pedagógico, es concebido como trabajo de inculcación, que tiene una duración suficiente como para producir un habitus capaz de perpetuarse y, de ese modo, reproducir las condiciones objetivas reproduciendo las relaciones de dominación-dependencia entre las clases». (Bourdieu, 2010, p.11)

He trabajado en invernaderos de Cataluña y sé cómo funciona el proletariado catalán, que hilos lo mueven, y como se inculca el odio entre trabajadores, aquel famoso: “divide et livorem superem”. En la Cataluña que muchos defienden con pasión y vehemencia se suda la gota gorda. Como soldaditos de la derecha no hacemos más que obedecer.

Los señoritos catalanes explotan a diestra y siniestra, estos son los auténticos timoneles del proceso, la avaricia y la ambición, los pecados que el capitalismo alimenta sin cesar. Se lucha por las tierras, porque del comercio marítimo dependen nuestras gentes, y Barcelona es una gran ciudad. Para los empresarios catalanes nosotros no somos más que números, en la categoría de ceros a la izquierda.

¡Ay, Espronceda, qué bravos los mares de estos tiempos que ni poesía nos dejan hacer!

¡Ay, Hernández, qué triste pena la mía cuando miro hacía arriba, y recuerdo tus versos arrinconados entre rejas, y rugiendo como nadie, león!

¡Ay, Lorca, qué habrán sido de tus hermosas lunas y tus muchachas morenas junto al riachuelo!

Somos una izquierda reprimida por el pasado, envuelta de prosperidad, y disfrazada de capitalismo salvaje.

Por fin respiramos, parece que el gobierno central ha logrado apaciguar las aguas, vemos un poco de luz a una guerra silenciada, y en forma de estela. Los indultos que tanta discordia han generado ponen sobre la mesa los verdaderos bandos de esta disputa. Los obreros entendemos que encarcelar a alguien por sus ideas políticas es dictatorial, y aunque no estamos de acuerdo con la secesión de España, tampoco con la represión. Libre 00es un país que sin miedo da voz a sus ciudadanos, mejorar es ampliar las miras y evolucionar hacía donde nos ha llevado la tragedia de los que nos precedieron.

Soy una escritora con vena de poeta, que siempre he defendido mis derechos en primera línea, trabajando, y como de otra forma no puedo, escribir me ayuda a desfogar esa impotencia que se crea en el obrero cuando el sistema oprime, oprime, y no deja de oprimir. Hay una brecha que se abre en silencio, que apunta fuerte, y va en masa. El capitalismo ha creado seres empoderados e incluso seres que creen ser alguna divinidad, qué osadía, los de abajo estamos soportando todo el peso, un día u otro cederá.

Trabajar te da una visión privilegiada, porque el conjunto que te rodea es la tierra que te sostiene. Llega un momento en la vida de un pueblo que se tiene que posicionar, no entiendo el extremo del nacionalismo, ni del catalán, ni el de ningún otro pueblo, pero entiendo que ser justo es querer lo mejor para todos, y que la economía tiene que favorecer a la gran parte, lo contrario es desequilibrio. Hemos llegado a un punto en que dos de los nacionalismos que hay dentro del pueblo español han eclosionado, el odio planta una huella de cárcel, una estela de humo que se evapora con banderas de otros tiempos que se niegan a desaparecer. Lo que vivimos en Cataluña es una guerra entre dos naciones. Los “charnegos” solo podemos ver venir el temporal empuñando la tercera en discordia, que también se niega a desaparecer.

¿Alguien se ha molestado en preguntar a la fuerza obrera?

Las políticas nacional-liberal-capitalistas nos han desertizado la tierra, nos han vendido.

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