Pere Aragonès ha sido investido presidente de la Generalitat este viernes con los 74 votos a favor de los diputados de su partido, ERC, de su socio de gobierno, JxCat, y de la CUP. Los grupos parlamentarios del PSC, Vox, En Comú-Podem, Ciutadans y el PP han votado en contra.
Aragonès, de 38 años y hasta ahora vicepresidente con funciones de presidente de la Generalitat, es el primer presidente de ERC desde Josep Tarradellas y el tercero de este partido, después de Francesc Macià y Lluís Companys, que accede al cargo a partir de unas elecciones al Parlamento de Cataluña.
El nuevo presidente catalán ha sido investido al tercer intento. El pasado mes de marzo no superó votaciones para ser elegido por mayoría absoluta y por mayoría simple, ya que no había atado un pacto con JxCat.
Ahora, a la tercera oportunidad, se ha presentado con el mismo acuerdo que había cerrado con la CUP y con un pacto recientemente alcanzado con Junts. Estos compromisos lo obligarán a liderar entre equilibrios el gobierno que deberá anunciar en los próximos días, al que ya ha renunciado a formar parte la diputada de JxCat Elsa Artadi, que había sonado como futura vicepresidenta y consejera de Economía.
Tanto la CUP como Junts, además, han manifestado sus reservas tanto sobre la insistencia de ERC a mantener la mesa de diálogo con el gobierno de España como sobre el cumplimiento de los acuerdos por parte de Aragonès.
En su primer discurso como presidente, Aragonès ha dedicado una mención especial al líder de su partido y exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, que cumple una condena de 13 años de cárcel como culpable de sedición y malversación por su papel en el procés, y a Pere Horta, el primer concejal de ERC en Pineda de Mar tras la dictadura franquista.
Seguidamente, ha citado un fragmento del poemario La pell de brau, de Salvador Espriu, y ha concluido su intervención situándose «siempre al servicio de la ciudadanía de Cataluña» y exclamando «Viva Cataluña libre».
