El pacto entre independentistas augura una legislatura donde ERC, JxCat y la CUP serán, previsiblemente, los socios del gobierno catalán para todo. Y esto, en contra de lo que esperaban los comunes, deja a Jéssica Albiach y a En Comú Podem en una situación complicada. Del mismo modo que Podemos temió convertirse en irrelevante en el Congreso si no conseguía gobernar con el PSOE de Pedro Sánchez, los comunes ahora tienen miedo de pasar tan desapercibidos y de ser tan poco útiles en el Parlament que, en unas futuras elecciones, no puedan defender su papel propositivo. De hecho, ya se habla de intentar presionar al gobierno catalán para que entre en contradicciones y ver si de cara a los presupuestos el mal clima entre los socios hace que vuelvan a recurrir a ellos y poder así influir.
