El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reclamado a las fuerzas independentistas del Parlamento de Cataluña, en especial a JxCat, que «tenemos que superar las desconfianzas con quienes compartimos proyecto y trayecto». Aragonès ha evidenciado que «nadie tiene mayoría absoluta» en la nueva cámara catalana y que «esto obliga a llegar a acuerdos que beneficien al conjunto de la ciudadanía».
En este sentido, Aragonès ha agradecido a la CUP el que hayan decidido apoyar a su candidatura para salir elegido presidente del nuevo ejecutivo catalán. El candidato republicano ha afirmado: «Gracias, Dolors Sabaté porque sin la implicación de la CUP no sería posible el proyecto que tenemos».
En este contexto, Pere Aragonès ha dicho que extiende la mano a JxCat, pero también a En comú Podem, a los cuales intentará «convencer» en este debate de investidura para que se apunten al proyecto que él quiere liderar, afirmando que «por eso soy independentista y de izquierdas». Aragonès ha defendido «un concepto republicano de país» y que «afirmar que Cataluña es una nación y que somos un solo pueblo tiene que ser la base, el punto de partida, para trabajar, para guiar la acción política». En este sentido, Aragonès ha dicho que «todos tenemos que salir de nuestra zona de confort, ERC también».
Pere Aragonès, una vez más, ha denunciado «la incapacidad del Estado de dar una solución a la voluntad mayoritaria de los catalanes de decidido el futuro política del país». En este punto, Aragonès ha defendido que «la solución pasa por un referéndum, queremos un referéndum», y ha asegurado que «este Parlament puede impulsar un gobierno que trabaje por la libertad los presos y el derecho de autodeterminación».
Aragonès también ha tenido unas palabras para los nuevos diputados de Vox, cuando sin mencionarles directamente ha afirmado que «no descansaremos hasta apartar el fascismo y el racismo de las instituciones».
