ERC y la CUP cierran un preacuerdo este domingo para investir Pere Aragonés como presidente de la Generalitat. Después de semanas de negociación entre JxCat, la CUP y ERC, este es el primer paso para poder llegar a un acuerdo entre todos los partidos independentistas que haga viable una investidura antes de que el próximo viernes expire el plazo para convocar el pleno que lo haga posible. Así, republicanos y anticapitalistas añaden presión a Junts de cara a cerrar un acuerdo definitivo.
Las negociaciones, sin embargo, continúan, y las conversaciones deben seguir esta próxima semana, dado que las tres formaciones han comprometido a intentar hacer un pacto de investidura y, a ser posible, de legislatura.
Según informaron a través de un comunicado, defender el derecho a la vivienda es uno de los principales aspectos que reivindican desde ERC y la CUP, no sólo para dar respuesta de forma inmediata, sino también para poder generar un cambio de modelo a medio plazo. Así, las dos formaciones ven necesario «impulsar una agenda legislativa catalana en materia de vivienda, y al mismo tiempo, actualizar los protocolos para evitar desahucios a personas en riesgo de vulnerabilidad».
Las dos formaciones quieren que las políticas de salud también tomen una «relevancia evidente» en una legislatura que estará marcada todavía por la pandemia de la covid-19 y la crisis que se deriva. Por ello, ERC y la CUP consideran que se debe reforzar la Atención Primaria «para situarla en el centro del sistema sanitario público» y, para ello, se marcan como objetivo alcanzar el 25% del presupuesto de Salud en este aspecto.
Introducir cambios en la gestión del orden público es otro de los preacuerdos al que han llegado republicanos y la CUP en las últimas horas. Las dos organizaciones independentistas consideran «imprescindible un cambio en las actuaciones policiales en el orden público de modo que, mientras no se publiquen los protocolos, se suspenda el uso de los proyectiles de foam por parte de los cuerpos policiales en Cataluña». En la misma línea, acuerdan poder implementar una comisión parlamentaria de estudio sobre el modelo de orden público en Cataluña.
Las dos formaciones se comprometen a «preparar las condiciones necesarias a lo largo de la legislatura para realizar un nuevo embate democrático, preferentemente en forma de referéndum, mientras se mantiene la apuesta de ERC por un proceso de negociación, para resolver democráticamente el conflicto de Cataluña con el Estado español».
