La tercera ola empieza a desacelerarse en Cataluña, que reduce el número de nuevos contagios. Con todo, el Secretario General del Departamento de Salud, Marc Ramentol, advirtió que «la amenaza de la cepa británica» no permite plantearse un relajamiento de las medidas implementadas para frenar la pandemia del covid.
El próximo domingo 7 de febrero, se acaban las restricciones impuestas por el Govern que, entre otras, mantiene el confinamiento perimetral por municipios, limita las reuniones sociales a seis personas, obliga a cerrar los gimnasios y centros deportivos, así como impone que los restaurantes sólo puedan mantener su actividad en la franja de los desayunos y comidas a la vez que los comercios, excepto los esenciales, deben estar cerrados los fines de semana.
Aunque los datos mejoran en Cataluña, Ramentol ha sido claro y ha recordado que la pandemia de covid no se ha terminado. Además, agrega que la situación actual, marcada por la nueva cepa de coronavirus detectada en el Reino Unido en octubre, tampoco permite ser optimista. Esta nueva variante, según el gobierno británico, es más contagiosa y letal.
«A partir del 7 de febrero no podemos decir a la población que ya ha pasado, porque no es el caso», precisa Ramentol en una entrevista en Catalunya Radio. A pesar de ello, no ha avanzado si se mantendrán las restricciones vigentes o impondrán nuevas. «Lo estudiaremos esta semana».
El secretario de Salud Pública, José Maria Argimon, que apuesta por prorrogar el grueso de las medidas para detener los contagios más allá del 7 de febrero. Argimon ha concretado que defenderá mantener el confinamiento municipal, el toque de queda y las restricciones en determinados sectores para reducir la interacción social.
