Los políticos catalanes han pasado con nervios las fiestas de Navidad

Las restricciones por la covid-19 que dictó la Generalitat poco antes de las fiestas de Navidad dejaban gran parte de la movilidad en manos de la responsabilidad personal de los ciudadanos. Si alguien quería salir de su ciudad o de su comarca, sólo lo podía hacer alegando que iba a ver a un familiar o a una persona cercana. Si alguien quería pasar el día de Navidad o Nochevieja en un lugar de vacaciones, podía ir simplemente alegando que tenía una segunda residencia allí o que había hecho una reserva de hotel al lugar donde iba.

Las llamadas a la responsabilidad por parte de los consejeros de la Generalitat más directamente implicados eran constantes. «Si una persona es consciente de que el desplazamiento es innecesario, es mejor no hacerlo», repetían, dejando la decisión final en manos del ciudadano. Y es por eso que los políticos, desde el gobierno catalán hasta los líderes de partidos de la oposición y pasando por simples diputados o alcaldes, han vivido estos días las fiestas de Navidad más temerosas.

Y es que si han hecho algún encuentro familiar, han salido en algún lugar o han hecho cualquier actividad, admiten que lo han hecho con miedo de que alguien les hiciera una foto donde pareciera que no daban ejemplo y fuera distribuida por las redes.

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