Este viernes el gobierno de la Generalitat tiene que valorar la posibilidad de desconvocar las elecciones en el Parlamento de Cataluña, previstas por el 14 de febrero, ante el aumento de afectados por la covid-19 y después de recibir las opiniones de los grupos parlamentarios catalanes. JxCat defiende un aplazamiento electoral, mientras que ERC a pesar de preferir seguir adelante con el calendario electoral, reconocen que los datos de la covid son malos y no prevén que mejoren antes del 14-F.
En este contexto, el consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, Bernat Solé, sin admitir que ya esté decidido el aplazamiento de las elecciones del 14-F sí que ha afirmado que si se desconvocan las elecciones de febrero «no será un aplazamiento de quince días», sin concretar cual podría ser el plazo para el nuevo calendario electoral en la cámara catalana.
Se da la circunstancia que a estas alturas hay división de opiniones entre las fuerzas políticas catalanas sobre si hay que desconvocar o no las elecciones del 14-F, con el argumento del empeoramiento de los datos de casos de la covid-19. Mientras desde ERC y el PSC se muestran reticentes a desconvocar las elecciones, desde JxCat, los comunes, Ciudadanos y el PP defienden que con el empeoramiento de los datos de la pandemia habría que pensar en aplazarlas.
También se da la circunstancia que los posicionamientos de las diferentes fuerzas políticas catalanas ante el mantenimiento o no del 14-F, coinciden con los posibles resultados electorales que por ahora se contemplan. Así mientras que ERC y PSC están teniendo unas encuestas claramente favorables si se hacen las elecciones en febrero, el resto de fuerzas políticas saldrían electoralmente perjudicados.
