Las elecciones del FC Barcelona han cruzado el peligroso umbral del punto de no retorno, aquel en el cual los precandidatos se avanzan a asegurar que conseguirán las firmas, algunos presumen incluso de pasar sobrados, pero que en realidad ni las tienen ni tampoco las expectativas de cumplir.
Excepto Toni Freixa y Joan Laporta, que no plantearon a la Junta Electoral una prórroga al amparo de las limitaciones decretadas como norma general por el Procicat, el resto de los precandidatos sí impulsaron un frente común que les pudiera dar un respiro, una prórroga en términos futbolísticos, para buscar esas firmas que les puede dar la gloria o el fracaso.
Aun así, dadas las circunstancias actuales, el pánico se ha apoderado de una mayoría de aspirantes que además no han visto prosperar ante la Junta Electoral sus intenciones de diferir o ampliar el plazo de días de recogida. El Procicat autorizó la apertura de sedes este fin de semana y la libre circulación de buscadores de firmas debidamente autorizados por las diferentes candidaturas.
Lo que ha impulsado rumores bastante creíbles de que se ha iniciado el inevitable proceso de compra de firmas por diferentes vías, la más frecuente a través de un candidato al que el puedan sobrar si este cree que estratégicamente que le conviene un candidato susceptible de ‘robarle’ votos a su oponente. Luego están las que directamente se pagan a socios que de otro modo no firmarían su papeleta y por último el mercado negro de datos de participantes que en otras elecciones se han guardado fotocopia de carnets-
Esta base de datos, convenientemente actualizada con el número de socios, pasa después por manos de lo que se denomina un ‘pintor’ capaz de niquelar una firma igual o más exacta de la que aparece en el DNI.
En este sentido están bajo sospecha aquellos participantes en el voto de censura de hace unos meses, que teóricamente pudieron presentar miles de firmas, más de 20.000, para hacer efectivo este legítimo recurso para echar a Bartomeu. Los precandidatos Jordi Farré y Víctor Font hicieron campaña y Joan Laporta también firmó a favor.
También circulan informaciones sobre problemas graves de Emili Rousaud y de Xavi Vilajoana para conseguir el mínimo de firmas dadas las enormes dificultades que está planteando esta fase en una fechas que no pueden ser peores ni más adversas por las fiestas navideñas, la pandemia y las restricciones de movilidad.
Si pasan demasiados precandidatos la guerra de los interventores puede ser terrible durante el proceso de validación.
