La crisis sanitaria y social provocada por la covid-19 nos deja, además del sufrimiento y la angustia por el presente, unas grandes lecciones para encarar el futuro inmediato. La más importante: la necesidad de cambiar el actual modelo de las ciudades para hacerlas más saludables, más sostenibles y más amables. Y esto pasa por acelerar los procesos de transición ecológica y energética que están fijados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.
En este sentido, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) acaba de aprobar el Plan de Sostenibilidad Ambiental (PSA) para el periodo 2020-23, con una dotación presupuestaria de 110 millones de euros. Este plan alcanza 15 líneas de inversión, centradas en la promoción de la movilidad sostenible, la mejora de los espacios públicos y la transición energética (con medidas como la implantación intensiva de las energías renovables, la optimización del ciclo del agua, la gestión inteligente de los residuos urbanos…).
El PSA se enmarca en la estrategia para hacer frente a la emergencia climática que el AMB desarrolla desde hace años. Pero su aprobación y activación está vinculada a las urgencias que provoca la respuesta a la covid-19 y a la posibilidad de superarla con la creación de nuevas oportunidades de puestos de trabajo.
Los 110 millones de inversión que prevé el plan se distribuirán entre todos los municipios del territorio metropolitano, con la excepción de la ciudad de Barcelona. Los criterios de reparto de los fondos son en función del número de habitantes de cada municipio, pero también de su nivel socioeconómico, para reequilibrar las desigualdades de renta familiar existentes.
Red de fotolineras
Uno de los ejes estratégicos del PSA es el fomento de la transición energética, con la progresiva incorporación de fuentes no contaminantes al parque de la automoción. Para incentivar y facilitar el uso de los vehículos eléctricos, el AMB continuará desplegando la red de fotolineras (estaciones de suministro alimentadas con energía solar) en el ámbito metropolitano.
Hasta ahora, hay siete en servicio, tres en pruebas y 12 en fase de licitación. En el horizonte de vigencia del PSA se prevé que la red de fotolineras llegue a las 70, con una potencia conjunta de 5.000 kWp.
Hay fotolineras, como la de Molins de Rei, que incorporan la bidireccionalidad. Es decir, los vehículos que se recargan con la energía proveniente de los paneles solares libran la electricidad sobrante de su batería a la fotolinera.
