«La piedra angular de nuestro proyecto es Xavi», se ha cansado de repetir Víctor Font, el pre-candidato a la presidencia del FC Barcelona que también ha reiterado hasta la pesadez el hecho de que lleva siete años trabajando en su proyecto. Hoy se sabe que, contrariamente a estos dos pilares fundamentales de su campaña, Xavi Hernández no está de ninguna manera atado ni está claro que esta metódica planificación, antes incluso de las elecciones de 2015, le servirá mucho, ya que también han dado un giro sus objetivos, a la vista de las encuestas que lo están dejando atrás, incluso las encargadas por él mismo.
Xavi le está dando largas, justo cuando comienza la verdadera campaña y cuanto más necesitaba este ariete, básicamente porque Joan Laporta le ha ofrecido mejores condiciones económicas si termina ganando las elecciones. En su espectro barcelonés de credo independentista, mercantilista, comercial y cruyffista, Laporta y Font comparten un espacio común que hasta ahora ocupaba Víctor Font. La aparición de Laporta en el último momento le obliga a compartirlo con todas las de perder. Mucho más ahora que Xavi Hernández, su mejor carta, le deja tirado.
Menos de 24 horas después de la presentación de Joan Laporta, el otro puntal del equipo, Antoni Bassas, salió a proclamar con urgencia que «Xavi es patrimonio del Barça y no exclusivo de Víctor Font», una estrategia defensiva y preventiva ante los temores de que Laporta pudiera avanzar que ‘también’ tiene a Xavi en su programa electoral.
Xavi ya era, en la época de Laporta como presidente, su admirador, en proporción directa a las sucesivas y generosas prórrogas de contrato firmadas por él, por supuesto con el dinero de los socios. Xavi no dudó en proclamar que Laporta ha sido el mejor presidente de la historia antes de las elecciones de 2010, atendiendo al dictado de sus cuentas corrientes pero sin tener en cuenta los interminables delitos sociales perpetrados por Laporta contra el FC Barcelona.
El giro revela la inexperiencia de Victor Font, atrapado en un discurso muy complicado de defender, y revela la poca lealtad y palabra de Xavi, muy a tener en cuenta al ofrecerle una posición de responsabilidad en el futuro. Parece que Xavi va con el dinero más que cualquier candidato. Una opción libre y legítima que ha quedado lo suficientemente clara.
