Los primeros días de Miquel Sàmper en Interior fueron complicados. Se tuvo que enfrentar a cargas contra manifestantes independentistas que lo ponían, a ojos de algunos, en el mismo nivel que su predecesor, Miquel Buch. Pero la semana pasada apareció un nuevo actor en la calle. Los cachorros de la extrema derecha, los seguidores de Vox y otros grupusclos racistas y supremacistas, salieron a la calle y pusieron contra las cuerdas a los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona, con disturbios y saqueos.
A pesar de esta situación, a Miquel Sàmper se le apareció la Virgen María con este episodio, puesto que sus proclamas contra la extrema derecha y la promesa de actuar con contundencia si volvían a salir a la calle hicieron que para gran parte del independentismo se salvara la reputación del consejero.
