Las elecciones en el Parlamento de Cataluña, si no hay ningún inconveniente, parece que serán el 14 de febrero próximo. La fecha queda lejana, y esto hace prever una larga y pesada precampaña electoral. Además, la lucha interna al si del independentismo anticipa una guerra constante entre JxCat y ERC, que crecerá a medida que se acerque la fecha de los comicios. Pero a ERC últimamente se le han aparecido todos los dioses posibles y, gracias, curiosamente, a los cuatro meses que quería evitar y que JxCat ha provocado que separen la inhabilitación de Torra de las elecciones, puesto que su líder podría acabar haciendo actas de campaña de forma presencial.
Y es que el 14 de febrero queda tan lejos que la situación de los presos independentistas ya podría ser otra, y podrían tener permisos que los permitieran participar en los actos de la campaña electoral. Es cierto que lo podrían hacer igual Oriol Junqueras como el resto de presos, también los de JxCat. Pero a ERC saben que la querencia que tiene Junqueras no la tienen Sànchez, Rull o Turull. "Sería un milagro que nos ayudaría mucho a ganar", dice un dirigente de Esquerra hablando de los posibles permisos.
