El Hospital de Igualada, uno de los centros sanitarios más castigados por la pandemia del coronavirus, ha pasado de centrar casi toda la atención de su servicio de urgencias a la Covid-19 a dedicar buena parte del trabajo a otro tipo de incidencias. Desde que se permite salir a la ciudadanía en franjas horarias, la mitad de las urgencias son por lesiones de gente que sale a hacer deporte o pasear, mientras que los casos de coronavirus han caído hasta suponer el 20% de las atenciones del área.
Así, una vez controlada la situación del hospital que ha luchado contra el coronavirus en la confinada Conca d'Òdena, el jefe de Urgencias Jordi Monedero ha confirmado estos indicadores, parecidos a los que presentaba el hospital antes del estallido de la pandemia. Por eso, no duda al afirmar: "Bienvenidos sean porque esto quiere decir que recuperamos la normalidad". Fuera del área de urgencias, el 80% de ingresos son por casos de Covid-19.
Durante las semanas de confinamiento, los traumatismos habían prácticamente desaparecido en la Anoia "fuera de algún abuelo que caía y se rompía la cadera", según Monedero. Aún así, asegura que desde que se permitió la salida a la calle, se han multiplicado los casos de fracturas de peroné, tibia y muñecas.
