Jordi Pujol apreciaba los esfuerzos internacionalizadores emprendidos por Víctor Terradellas, el presidente de la fundación privada CATmón y exresponsable de relaciones internacionales de CDC que, según la investigación sobre CATmón, insistió en conectar el gobierno de Carles Puigdemont con la Rusia de Vladimir Putin.
El expresidente de la Generalitat, revela Vozpópuli citando el contenido de cartas incluidas en el sumario, valoró que Terradellas, según él, estaba situando "nuestra reivindicación en el ámbito internacional y de los grandes cambios que se están produciendo en el mundo".
Pujol destacaba que, en su blog, associacioserviol.cat, había escrito sobre "la aparente contradicción entre globalización y sentido y necesidad de identidad", y que se había referido a eventuales tensiones que pueden causar "reclamaciones de identidad". También expresaba miedo a la pérdida de identidad provocada por la globalización.
El histórico líder convergente, en la misma carta, remitida con fecha del 9 de febrero del 2017, valoraba la tarea de Terradellas indicando que "si bien es cierto que es primordial que en casa mismo mantengamos la capacidad de movilización y de confirmar un discurso entendedor y alentador, también lo es que tenemos que ser capaces de encuadrarlo en el marco de los cambios que se están produciendo en todo el Mundo. Y, obviamente, de Europa".
"Construir Cataluña"
Según el expresidente catalán, sus esfuerzos y los de Terradellas empujaban en el mismo sentido. El 24 de mayo de 2017, Pujol remitió una carta breve, también publicada por Vozpópuli, en la que expresaba: "Veo que vas produciendo. Yo también voy haciendo cosas que, como puedes ver, no son de interés inmediato. Pero para no perder el recuerdo de lo que hemos hecho durante un montón de años. En la línea de construir Cataluña". Seguidamente, bajo el título "La competencia de la Generalitat en los presos y la política penitenciaria", se remontaba a 1983 para repasar el traspaso competencial.
En uno de los párrafos, el expresidente negaba que hubiera rechazado el concierto económico, y más adelante criticaba lo que consideraba un exponente de falta de comprensión "de un aspecto muy principal del proyecto de país que desde Cataluña defendimos. Y que hay que seguir defendiendo", en referencia a la reclamación de las competencias de justicia y penitenciarias.
Para Pujol, que se había tratado de forma "displicente" el interés "de la Generalitat y del nacionalismo catalán" en la competencia sobre las cárceles, e indicaba que "el objetivo" del escrito es "aclarar" que reclamaron "desde el primer momento el traspaso de las instalaciones penitenciarias", que consideraba "envenenado", ya que "no daba ni prestigio ni contrapartida económica". El motivo que aducía es que "por competencia estatutaria nos correspondía", pero sobre todo, "por idea, concepto y proyecto de sociedad y de país", escribió en mayúsculas.
Seguidamente, reflexionaba sobre la importancia del "trato justo" también para los presos y concluía que "esto puede parecer fuera de lugar" porque "hablábamos del concierto económico".
