"Nosotros no trabajamos ni por un nuevo estatuto ni por una reforma federal del Estado ni por más autogobierno. Trabajamos por la independencia de Cataluña". Así lo ha explicado, una vez más, el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, en una entrevista a Catalunya Ràdio.
"De la semana pasada hay una parte positiva que es el reconocimiento de un problema", ha destacado Aragonés, de la visita del gobierno español en Barcelona y del encuentro entre los dos ejecutivos el pasado jueves. "Pusimos sobre la mesa la necesidad de estructurar este diálogo que decimos que tenemos que tener" y ha añadido que "ahora es la hora de empezar a poner soluciones".
El vicepresidente no descarta una posible mediación de terceros: "Podría haber alguna comisión de personalidades independientes que acompañara esta mediación". Aún así, ha asegurado que "ni lo aceptaron ni lo rechazaron. Tomaron nota" y ha matizado que "creo que sería muy prematuro poner nombres".
Durante el encuentro parece que se habrían emplazado a una nueva reunión al mes de enero "pero no fijamos una fecha". "El gobierno del Estado intenta que no haya un trato singular con Cataluña a pesar de que saben que está", ha expuesto. "Cataluña no es una comunidad autónoma normal. Cataluña es una nación".
"Se ha asociado a Cataluña una violencia que no se ha producido", ha constatado Aragonés sobre la querella que la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha presentado contra Quim Torra porque da ampara, a su parecer, a las manifestaciones del 21-D. Aragonés ha anunciado que "estudiaremos los hechos" y "tomaremos medidas". "Una denuncia falsa es delito", ha repetido.
