El nuevo Gobierno de la Generalitat ya está en marcha. Una vez finalizada la toma de posesión de los cargos, el presidente Quim Torra reunió el sábado mismo el ejecutivo, que acordó restituir las oficinas del Presidente y del Vicepresidente (eliminadas con el 155) y nombrar los secretarios generales de los 13 departamentos. Entre ellos, destaca el nombre del hasta ahora presidente de la Corporación de Medios Audiovisuales, Brauli Duart, que se convierte en el secretario de Interior.
Torra también se ha apresurado a cumplir una de sus promesas: colgar un lazo amarillo a la fachada del Palau de la Generalitat.
En la primera reunión de Gobierno, Quim Torra trasladó a los consejeros las líneas principales que quiere seguir. Una de las más importantes es la intención de negociar con Pedro Sánchez. Esta misma idea ya la había reiterado durante la toma de posesión de los consejeros.
El nuevo consejero de Acción Exterior, Ernest Maragall, en una entrevista a RAC1, dejaba claras las prioridades de la negociación: «La libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados es la primera medida que se tiene que esperar de un gobierno que se llama progresista».
En líneas similares se muestra en una entrevista en El Periódico el nuevo vicepresidente del Gobierno, Pere Aragonés. «Si Sánchez quiere resolver el conflicto, que emita señales», indica.
Aragonés también ha asegurado que mañana lunes se levantará la intervención financiera que había aplicado el ejecutivo de Mariano Rajoy sobre las cuentas de la Generalitat.
Por otro lado, el nuevo consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha anunciado que con el ex consejero Josep Rull tiene previsto hacer un traspaso de carteras desde la prisión. El primer gesto de Calvet como nuevo consejero ha sido visitar a su predecesor en el cargo.
