El discurso y el argumentario de Ciudadanos (Cs) sobre cualquier elemento de actualidad acostumbra a estar relleno de pequeñas modificaciones de la realidad que hacen que los hechos en cuestión se adapten mejor a sus propósitos. Los periodistas en Cataluña ya están acostumbrados. Pero en algunas ocasiones se les va de las manos. Es el caso del que pasó la semana pasada, justo después de la macrooperació de la UDEF por una supuesta trama de subvenciones irregulares.
El ministerio del Interior filtró oportunamente el día antes a medios afines de Madrid que la operación se produciría y dejó creer, sin confirmarlo ni desmentirlo, que podía tener algo a ver con el desvío de fondo hacia el proceso independentista. Así, las crónicas de algunos diarios digitales de primera hora de la mañana, escritas la noche anterior, apuntaban directamente que habría detenidos por la financiación irregular de cuestiones relacionadas con el 1-O y el procés.
Pero poco después el TSJC desvinculaba la operación del proceso independentista y la policía tampoco hacía referencia al hablar de los registros y detenciones. Pero a Cs le iba mejor decir que el procés estaba de por medio, y así lo soltó en rueda de prensa Inés Arrimadas, que a pesar de que los periodistas la avisaron de que no era así, insistió varias veces.
