La diputada del PPC, Andrea Levy, ya no sabe como hacerse ver e intentar mejorar su imagen, dentro y fuera del partido. Y es que, después del fracaso electoral del 21-D, del arrinconamiento de la dirección del partido y de los casos de corrupción que ahogan a los populares, ella intentó presentarse como la única capaz de dar la vuelta a la tortilla.
Para hacerlo, escribió, a espaldas de la cúpula del PP, un texto en Facebook donde quería pedir perdón a los ciudadanos por tanta mierda que han llegado a fabricar desde las filas populares, para poder así empezar a limpiar y aparentar que rompen con todos los corruptos. En las redes sociales, cierto sector del conservadurismo político le compró de inmediato el discurso, y ella presumía entre los suyos de tener la clave para hacer que el partido levantara cabeza.
Pero la alegría le duraría muy poco. En rueda de prensa, los periodistas preguntaron a Mariano Rajoy si se sumaba a esta reflexión y pediría disculpas a los ciudadanos por los casos de corrupción que su partido ha acogido o promovido. Cómo era de esperar, Mariano Rajoy no fue, precisamente, el más cercano a las tesis de Levy. Espetó que él ya había pedido disculpas muchas veces, que no sabía de donde le bajaba y que no tenía mucho sentido hacer una cosa que nunca satisfaría a algunos. Portazo a las narices y desmentido oficial del jefe.
