El PP catalán está perdido. Desde que el 21-D acabó con un fracaso histórico y dejó el grupo con cuatro tristes diputados, los populares intentan sobrevivir como pueden, con la sombra de Cs amenazando de hacerles desaparecer y con un discurso que no hace mella entre los catalanes. En medio de esta mala época, la diputada y dirigente del PP estatal, Andrea Levy, ha intentado coger las riendas del giro en el argumentario, y desde hace unas semanas ha optado para hacer declaraciones incendiarias, abocar duras acusaciones contra el sistema escolar catalán, amenazar con enviar a la justicia todo el mundo que huela a poco español, y lanzar exabruptos contra los medios de comunicación catalanes.
Así, Levy, que supuestamente era la progre, la moderna y la indie del PP, ha pasado a ser la maestra del anclaje a la derecha más radical para intentar frenar la sangría de votos que huyen hacia Cs. La jugada, pero, tiene contrapartida. Sus salidas de tono en declaraciones públicas, sobre todo contra maestras y periodistas, han acabado provocando que legiones de tuiteros se hayan encarado y le hayan asediado en las redes, en alguna ocasión con notables faltas de respeto. Y tanta presión le ha causado este giro en el discurso, que hace un tiempo Andrea Levy decidió salir de Twitter y cerrar su cuenta de la red social más popular en la política.
