El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que destinará este año 51 millones de euros a 354 actuaciones específicas en los barrios más desfavorecidos de la capital catalana, la mayoría dedicados al eje Besòs, además de otras intervenciones generalizadas en todos los barrios.
De este modo, el gobierno municipal que lidera la alcaldesa Ada Colau ha reactivado el plan de barrios, dotado con 150 millones de euros para el periodo 2016-2020 para corregir desigualdades, y ha aprovechado para interpelar al futuro gobierno catalán.
Según la regidora Gala Pin, la Generalitat no ha invertido nada en los planes de barrio desde 2010, el año que Artur Mas relevó a José Montilla como presidente. «El nuevo Gobierno de la Generalitat se tiene que volver a replantear el plan de barrios y volver a invertir», ha reclamado Pin. «Esperamos que con el nuevo gobierno de la Generalitat se vuelva a convocar la ley de barrios que había en marcha y que nos permitía dar una financiación extra por parte de las dos administraciones», ha manifestado. El plan tiene su origen en la Ley de Barrios, aprobada en 2004 por el gobierno de Pasqual Maragall.
El gerente del consistorio, Jordi Martí, ha destacado que la financiación de los proyectos del plan de barrios se había previsto que se lo repartieran al 50% el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña. Esta falta de inversiones por parte del gobierno catalán, según el consistorio barcelonés, hace que, por ejemplo, que tan solo el segmento barcelonés del río Besòs concentre muchas actuaciones.
