Los miembros del gobierno destituido están repartidos entre Bruselas y las prisiones de Estremera y Alcalá Meco. Esto tiene, además de los evidentes efectos políticos, una derivada personal que es, seguramente, más dura de lo que muchos se piensan. En momentos difíciles, el apoyo de la familia y de los amigos acostumbra a ser clave en el estado anímico. Pero ellos, a tantos kilómetros de casa, no pueden tener este calor que probablemente los hace tanta falta.
Sus familias, pero, hacen todo lo posible para que esto no sea así. Y siempre que pueden visitan las prisiones para que los sientan cerca, o viajan a Bélgica para encontrarse con los que han ido allá. Esto, pero, implica un cúmulo de desplazamientos y de gastos de viaje que están haciendo que las familias de los miembros del gobierno destituido estén empezando a notar los efectos de la situación en las economías domésticas.
Es por eso que decidieron asociarse y crear una entidad para recaudar dinero y que sea la solidaridad de los catalanes independentistas la que les ayude a pagar sus visitas a Bruselas y a las prisiones madrileñas. Y es que cuando el gobierno de Carles Puigdemont decidió que iba a por todas y con todas las consecuencias ellos ya sabían que podrían acabar así, pero parece que no lo tenían muy hablado con sus familias. Y ahora han descubierto que ir y volver para verlos cuesta dinero. Y no poco.
Y, del mismo modo que hasta ahora los catalanes han pagado los viajes del gobierno destituido por el mundo para hacer proselitismo del proceso, ahora quieren que los catalanes -esta vez sólo los independentistas- también costeen los viajes a Madrid y Bruselas. Así, para canalizarlo, han montado la Asociación Catalana por los Derechos Civiles. Y tan durpo debe ser el espíritu que les ha llevado a esto, que ellos mismos han decidido que las siglas y el logotipo sean AC/DC, como el mítico grupo de hard rock australiano.
