La actriz Rosa Maria Sardà ha devuelto a la Generalitat de Cataluña la Creu de Sant Jordi por considerar que, «dadas las circunstancias», no era merecedora de una de las máximas condecoraciones que concede cada año el Gobierno catalán.
Sardà la entregó personalmente a un funcionario en el Palau de la Generalitat el pasado 24 de julio, ha revelado la cineasta Isabel Coixet en un artículo al País.
Junto con la condecoración, le dio una nota de su puño y letra que decía que «dadas las circunstancias», no se consideraba merecedora de la «Creu de Sant Jordi».
Además, relata Coixet, la actriz apuntaba que, dado que la condecoración traía consigo que en el momento de la defunción la Generalitat publicaba una esquela en los diarios, que «por favor tuvieran a bien ahorrársela».
El Gobierno de la Generalitat concede anualmente desde 1981 la Creu de Sant Jordi a personas y entidades sociales destacadas por los servicios prestados en Cataluña en la defensa de su identidad, especialmente en el plan cívico y cultural. Rosa Maria Sardà la tenía en su poder desde el año 1994.
La actriz, que ha participado en varios mítines del PSOE, leyó junto al activista Miriam Hatibi el manifiesto después de la manifestación de condena de los atentados del pasado 14 de agosto en Barcelona y Cambrils, y recientemente firmó un manifiesto que calificaba de «estafa antidemocrática» la celebración del referéndum del 1 de octubre.
