El hasta ahora consejero menor y responsable de Obras y Urbanismo del ayuntamiento de Sant Julià de Lòria (Andorra), Joan Vidal, ha comunicado al comité local de Demócratas por Andorra (DA) y previamente al jefe del Gobierno, Toni Martí, que deja la formación y que pasa a ser consejero comunal independiente dentro de Laurèdia en Comú.
Joan Vidal cree que los demócratas, en el gobierno, han marginado al comité local de Sant Julià y no está de acuerdo con el acercamiento que ha hecho Toni Martí hacia el jefe de la oposición, Josep Pintat, teniendo en cuenta que forma parte de Unió Laurediana, también en la oposición la corporación laurediana. Falta saber ahora cuál será la decisión final que tome el alcalde, Josep Miquel Vila, es decir, si lo mantiene o no, en el gobierno municipal.
Aunque se quiera disfrazar como un desacuerdo político, lo cierto es que en la reunión de ayer fue más que evidente el malestar de gran parte de los miembros del comité de DA por la noticia publicada por LA VALIRA y EL TRIANGLE en la que se explica que el consejero fue condenado el 12 de junio del año 2014 por los juzgados de El Vendrell, en Tarragona, por agredir a su hermana. Joan Vidal, presionado por el entorno y la opinión pública, especialmente del municipio laurediano, se ha visto obligado a presentar su dimisión como representante de DA.
Poco después de recibir esta sentencia condenatoria, Joan Vidal se integró en representación de la coalición Laurèdia en Común-Demócratas por Andorra (DA) como número 4 en la lista encabezada por Josep Miquel Vila, que ganó las últimas elecciones a la corporación municipal, celebradas el 2015.
Los hechos que han merecido la condena judicial pasaron el 30 de enero de 2014 en el domicilio de su madre en El Vendrell. Según recoge la sentencia, durante una discusión familiar, el concejal cogió «por el cuello a su hermana Elisabeth Vidal Martínez y la sacudió durante unos minutos, arrastrándola desde el comedor hasta una habitación y golpeándola contra la pared. A consecuencia de esta agresión, la Sra. Vidal sufrió contusiones en ambos codos y brazos y en la cara posterior del tronco que requirió para su curación siete días, de los cuales uno fue impeditivo». Además, según denunció la víctima ante los Mossos d’Esquadra, su hermano la insultó llamándola «¡puta!».
En su escrito de defensa, el representante comunal se justificó diciendo que «había recibido una mala noticia en relación con su hija el día de los hechos» y que esto lo trastornó. También aportó al juez un informe psiquiátrico, pero que, según la sentencia, «no consta firmado, ni sellado, ni lleva el membrete de ningún profesional médico, por lo cual no se le puede dar credibilidad».
