Mañana empieza al aeropuerto del Prado una huelga de los trabajadores del control de seguridad. Esta arranca con paradas parciales para llegar a mediados del mes de agosto con paradas indefinidas. Todo ello en pleno mes de agosto, con el consiguiente aumento de pasajeros. El riesgo de caos es elevado. Una amplia mayoría de los trabajadores, del 92,55%, han votado a favor de este endurecimiento de la protesta.
Inicialmente, habrán paradas los viernes, domingos y lunes, repartidas en cuatro franjas horarias: de 5.30 a 6.30 horas, de 10.30 a 11.30, de 16.30 a 17.30 y de 18.30 a 19.30 horas.
La Delegación del Gobierno central ha decidido intervenir en la huelga y ha impuesto servicios mínimos del 90% desde este viernes, primer día de interrupciones parciales del servicio. Lo ha hecho horas después de que los guardias de seguridad, a sueldo de Eulen, hayan extremado este miércoles su postura, adoptando la decisión de convertir en indefinida la parada parcial que empieza este 4 de agosto.
El Gobierno ha afirmado que adoptaba esta medida «con el objetivo de garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales» en una semana tan crítica para los desplazamientos como es la primera de agosto, con un incremento «considerable» de pasajeros. Una situación que se puede agravar para los usuarios y las compañías aéreas, que desde el 24 de julio pasado sufren las consecuencias de una huelga de celo, pero no una parada oficial.
La empresa y el comité de trabajadores mantienen posiciones enfrentadas. La Generalitat ha intentado intervenir en el conflicto, pero de momento la solución parece lejana. Eulen se defienden diciendo que cumplen «rigurosamente» el convenio colectivo del sector, pero los sindicatos reclaman más personal y exigen a Aena, el gestor aeroportuario, que se sienta a la mesa de negociación como parte implicada.
Por su parte, la Asociación Española de Usuarios Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (ASETRA) ha pedido al presidente de Aena, José Manuel Vargas, que suspendan el contrato de concesión con Eulen porque sus trabajadores «pueden llegar a poner en riesgo la seguridad de miles de ciudadanos con la huelga indefinida».
