Las madres de alquiler: el multimillonario negocio que el gobierno quiere regular

La gestación subrogada abre el debate sobre la ética de alquilar una madre para ejercer el derecho o el deseo de tener un hijo
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Fecundación, embarazo, de embrión a feto, después bebé, nueve meses y entrega de la criatura. La maternidad subrogada se está convirtiendo en un laberinto jurídico, y en España no se ponen de acuerdo ni políticos, ni padres demandantes, ni asociaciones feministas ni casi nadie. Todo continúa en unos limbos legales en el que los niños son objeto de canje entre unos y otros. Mientras prospera la legalidad, que ha enfrentado PP y PSOE en un rifirrafe político, Instagram se llena de orgullosos padres que alaban las bondades de los vientres de alquiler, para desesperación de los colectivos feministas que argumentan que la mujer no es un bote donde se pueda poner una semilla a germinar.

PSOE, PP y Podemos no sacan el agua clara, en este tema, solo Ciudadanos se ha posicionado completamente a favor. Las izquierdas se debaten entre el progresismo que abanderan los colectivos gays y la mercantilización de la mujer que denuncian las feministas. Las derechas, entre el clamor de la iglesia asegurando que es una ignominia y la posibilidad de «arreglar problemas de mucha gente» que argumentaba Esperanza Aguirre. La Generalitat ha ido un paso más allá y concederá permisos de maternidad y paternidad a aquellos padres que hayan usado un vientre de alquiler para gestar un bebé, siempre que se haga en un país con todos los permisos. Enfrentados o no, todos han encontrado un punto que les une. En caso de que fuera legal, la maternidad subrogada en España tendría que ser altruista, sin ningún tipo de intercambio económico.

Tener un hijo ha dejado de ser una prerrogativa femenina, los vientres de alquiler han abierto la puerta: parejas gays que ahora pueden tener un hijo «propio», mujeres que no pueden tener hijos o mujeres que no quieren pasar por los problemas de un embarazo. El quid de la cuestión es que el embarazo se ha resumido en un puro trámite del cual muchos sacan provecho. Cristiano Ronaldo, Ricky Martin, Miguel Poveda, Miguel Bosé, Tita Cervera, Nicole Kidman, Elton John, Sharon Stone… son algunos de los centenares de personajes famosos que han tenido hijos a través de un vientre subrogado, y es que poderoso caballero es Don Dinero.

España no permite, de momento, la gestación subrogada y aquí entra directamente el mercadeo. De los 200.000 dólares que cuesta en los Estados Unidos hasta opciones más económicas, como los 50.000 euros de Ucrania, todo un abanico de opciones a las cuales han optado las 1.500 parejas españolas que han sido padres a través de un vientre de alquiler.

LA RULETA DE LOS PAÍSES

La legalidad varía según el país en que se busque la madre de alquiler. En el Reino Unido existe este tipo de maternidad desde hace unos 30 años y está regulada por ley, no puede ser comercial. En los Estados Unidos las leyes permiten contratos de gestación y las madres, una vez finalizada la operación, no tienen ningún derecho sobre el niño. Todo al contrario que pasa en España, Francia, Suecia o Alemania, donde la mujer que da a luz a una criatura es su madre legal. La siempre educada Canadá no admite la fórmula del contrato comercial, pero sí el altruista y de cubrir los gastos derivados del embarazo, hecho que ha dado lugar a regalos en forma de esplendoroso cheque. En Australia, pagar a una gestante es un delito.

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