El departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya desvió más de 81,7 millones de euros que se tenían que destinar al servicio de guarderías que prestan los ayuntamientos catalanes a escuelas privadas concertadas. En concreto, más de 42,7 millones en 2012 y 39 millones más en el 2014, según publica El Periódico.
Así lo reconoce el mismo departamento que en aquellos años estaba dirigido por Irene Rigau en una carta registrada el pasado 11 de octubre y enviada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La carta firmada por la actual directora de servicios de Educación, Maria Dolors Salgado, admite que aquellos dos años se realizaron modificaciones de presupuesto de forma que la consignación económica inicialmente destinada al «funcionamiento de las guarderías municipales» fue reasignada a la partida de «conciertos educativos», concretamente «para el pago de la nómina delegada» de sus trabajadores.
El 2015, la partida por las guarderías municipales desapareció definitivamente de los presupuestos del departamento catalán, después de que la Generalitat acordara con las cuatro diputaciones provinciales que estas últimas asumieran el pago de esta subvención.
La documentación al que ha tenido acceso el diario forma parte de la causa que está instruyendo la sección quinta de la Sala de lo contencioso administrativo del TSJC, a raíz de la demanda colectiva presentada hace tres años por una treintena de pequeños ayuntamientos después de que la Generalitat les retirara las ayudas para escolarizar los alumnos de entre cero y tres años.
