Tengo un amigo que canta en una coral. Últimamente, las actuaciones de esta coral acaban con la interpretación de Els Segadors que, según el Estatuto de Cataluña, es el himno nacional catalán. A mi amigo no le acaba de convencer que esta pieza cierre las actuaciones. Supongo que piensa que cantar el himno español al final de la actuación de una coral chirriaría. Pero asume el programa y canta como el resto todas las piezas incluidas en él.
No hace mucho, al terminar la interpretación de Els Segadors unas cuantas personas de entre el público lanzaron gritos de «independencia». Y algunos de sus compañeros de la coral aplaudieron. Él no, porque no es independentista.
Antes de comenzar el ensayo siguiente pidió la palabra y dijo que una coral es un colectivo y que no es correcto que cuando actúen ante el público algunos de sus miembros expresen su opción independentista. «¿Qué se supone que debemos hacer los que apostamos por otras opciones?», les preguntó. «¿Se puede contemplar la posibilidad de silbar o hacer una peineta?», apuntó.
Mientras mi amigo hablaba, sus compañeros y compañeras o bien asentían o bien ponían cara de póquer. Quedaron en que tenían que hablar de la cuestión para adoptar una posición de consenso.
A la salida, cuatro cantores se le acercaron y le confiaron, en privado, su acuerdo con lo que había dicho.
¿Qué pasará la próxima vez que se encuentren en una situación similar? A mi amigo le gusta cantar en la coral y no le gusta nada silbar a los que no piensan como él.
¿Qué le recomendaríais?
Yo, mucha paciencia. Como a media Cataluña. O más.
