La consejera de Educación y Cultura de Aragón, Mayte Pérez, ha solicitado la ejecución «provisional» de la sentencia que obliga a la Generalitat de Cataluña a devolver las pinturas murales que tiene en su poder, y que fueron sacadas del Monasterio de Santa María de Sijena (Huesca). Mayte Pérez ha añadido que se opondrán a las alegaciones presentadas por el gobierno catalán, y ha especificado que la demanda se concreta en los frescos del monasterio, y no en las 97 pinturas y piezas de arte, que también están en manso de la Generalitat.
Cataluña y Aragón hace dos años que se están peleando sobre quién se tiene que quedar con las piezas de arte sacro sacadas de parroquias de la Franja, que durante años estuvieron bajo las órdenes de la diócesis de Lleida, y que ahora están bajo las órdenes de la diócesis de Barbastro-Monzón. Se trata de un centenar largo de piezas de arte sacro, y de las pinturas murales del Monasterio de Santa Maria. La sentencia del Tribunal de Primera instancia de Huesca ordenaba al Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) que devolviera inmediatamente las pinturas murales a Sala Capitular del Real Monasterio de Villanueva de Sijena, que fueron arrancadas de sus paredes en 1936, en contra del que decía la ley de Patrimonio Artístico vigente en aquella época.
Según las autoridades aragonesas, este hecho, documentado, desmonta la explicación dada por el gobierno catalán de la supuesta venta de las piezas de arte y las pinturas murales. Los murales fueron arrancados en dos tandas, una en 1936 y la otra en 1960, y fueron trasladados a Cataluña para hacer sólo la restauración. Desde Aragón se afirma que se trataba de un depósito temporal, que acabó cuando sus legítimos propietarios reclamaron las piezas. Sólo había una condición, y es que estuviera hecha la restauración de Sala Capitular, una restauración que se acabó hace 25 años.
