Desde las pasadas elecciones del 20 de diciembre, el intercambio de reproches entre el secretario general del PSOE y los dirigentes territoriales del partido, los barones, han ido in crescendo. En aquel momento, y ante los últimos malos resultados electorales del partido socialista, algunos de los barones ya apuntaron que Sánchez tendría que dejar la dirección del partido.
Ahora, con la crisis política generada a raíz de la fallida investidura de Mariano Rajoy, los mismos barones, encabezados por la presidenta andaluza, Susana Díaz, han criticado la postura del líder del PSOE que ha impedido que el PP pueda formar gobierno, y han insistido que el partido socialista tiene que estar a la oposición.
Con este panorama, las federaciones territoriales socialistas enfrentadas al secretario general se quejan que éste los ha dado la espalda, y que no mantienen ningún tipo de diálogo. De hecho, el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, lo ha explicitado públicamente. La respuesta de Sánchez a Fernández Vara le ha venido a través de la secretaría adjunta del Grupo socialista en el Congreso, Isabel Fernández, quien ha afirmado que «no entiendo estas declaraciones (de Fernández Vara) y esta denuncia publica de ausencia de diálogo cuando es tan fácil como levantar el teléfono», Isabel Fernández ha añadido que el debate entre los dirigentes socialistas se debe dar «en el Comité Federal y no ante los micrófonos de los periodistas».
El problema de Pedro Sánchez no es sólo con los dirigentes socialistas de Andalucía y Extremadura. Sánchez tampoco se habla con los líderes socialistas de Castilla-La Mancha o el Aragón. También hay quejas de desconexión con el PSOE de la Comunidad Valenciana, donde el presidente autonómico y líder territorial del partido, Ximo Puig, asegura que no ha hablado con Sánchez en todo el verano.
Pero el caso más claro de distanciamiento es el de Sánchez y la líder socialista andaluza, Susana Díaz. Fuentes cercanas a la presidenta de Andalucía afirman que la comunicación entre ambos es poca o nula. Cosa que consideran que es absolutamente ilógico. Desde las federaciones críticas con Sánchez, insisten a decir que con el anterior secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, la comunicación era permanente y fluida.
La pelea entre los barones socialistas y Pedro Sánchez es especialmente virulenta en las redes sociales. El último enfrentamiento lo ha desencadenado el líder socialista extremeño, Fernández Vara quien en un tuit afirmó que «parece que en el PSOE se quiere acallar a quien discrepa». Otro mensaje en las redes, que ha calentado el ambiente entre los socialistas es el whatsapp enviado por la encargada de redes del PSOE cántabro apoyando Sánchez, y en el que se leía, entre otras cosas, que «despellejar a Vara, Susana y otros lenguaraces en este momento no ayuda a Pedro sino todo el contrario». De hecho, hay federaciones territoriales socialistas donde sus dirigentes apoyan a Pedro Sánchez, como es el caso de la federación de Castilla y León o la de Cantabria, desde donde aseguran que la relación con el secretario general del PSOE es constante y fluida.
De momento, ya han salido en defensa del extremeño Fernández Vara, la andaluza Susana Díaz, el aragonés Javier Lambán, el asturiano Javier Fernández, el líder de las juventudes socialistas Nino Torre, la eurodiputada Elena Valenciano, el regidor madrileño Antonio Miguel Carmona, Alfredo Pérez Rubalcaba, Eduardo Madina, Carme Chacón, y otros personajes relevantes del socialismo español.
