El nuevo curso escolar, que empieza el próximo 12 de septiembre, contará con un 25% menos de profesores de los cuales la consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña, Meritxell Ruiz, se comprometió a contratar. A pesar de que habrá 66.461 maestros, con 798 maestros más que el curso pasado, estas cifras están lejos de las que se comprometió a garantizar la titular de Educación. Una promesa que Meritxell Ruiz hizo sólo tres días antes de las últimas elecciones generales. En aquella ocasión, Ruiz dijo que dispondría de los recursos para contratar hasta 1.340 profesores adicionales.
La Generalitat, pero, ha mantenido el número de maestros y profesionales que se destinan a la educación inclusiva y a los centros de máxima complejidad, se trata de 340 centros que tienen entornos desfavorecidos y realidades socioeconómicas graves. El proyecto presupuestario de Educación contemplaba 211 millones de euros para hacer frente a las necesidades en estos centros.
Ante las cifras presentadas por el Gobierno catalán, los sindicatos han puesto el grito en el cielo, y la federación de Educación de CCOO ha afirmado que «lamenta que el Gobierno no considere la educación como una prioridad». Según el sindicato, hacen falta más de 7.000 docentes en los centros públicos de Caalunya para dar respuesta al incremento del alumnado desde el 2011.
Por CCOO, el gobierno de la Generalitat continúa haciendo «políticas educativas de miseria» y que los buenos deseos expresados por la consejera Ruiz «no dan respuesta ni están a la altura del que tendría que ser un modelo educativo según los retos que la sociedad y la época actual piden».
