Que Daniel de Alfonso haya pedido reincorporarse como magistrado a la Audiencia de Barcelona después de su destitución como director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), como la ley le permite, ha enfadado a una de las grandes agrupaciones profesionales de jueces española, la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), de la que formó parte en el pasado el propio De Alfonso.
Estos magistrados ven escandalosa la existencia de una «puerta giratoria» que permite el acceso de los jueces a cargos de confianza políticos y su regreso. Consideran que se trata de un «régimen privilegiado» que daña la apariencia de imparcialidad y de independencia de los encargados de administrar justicia.
«Los recientes acontecimientos ponen de manifiesto el daño que causa a la imagen de la justicia la permisividad del sistema, lo que nos obliga a defender como asociación profesional la inmediata derogación de la reforma del año 2011 [del artículo 351 de la LOPJ]», que permite el uso de la puerta giratoria, expone la APM. Fue precisamente aquel año cuando De Alfonso pasó de la Audiencia de Barcelona a la OAC.