Este fin de semana se inicia el congreso refundacional de Convergencia Democrática de Cataluña con la voluntad de reconstruir un partido político que ha ido perdiendo apoyos de los ciudadanos en los últimos tiempos. El actual presidente del partido, Artur Mas, quiere que la nueva formación política que salga del congreso de CDC tenga un presidente y un vicepresidente, y que estos cargos sean ocupados, siempre, por un hombre y una mujer.
Ahora, Mas se presenta para ser escogido como presidente de la nueva CDC, pero propone tener una dirección bicéfala con una vicepresidencia «a la americana». A estas alturas la favorita para ser la vicepresidenta de Mas, es la también consejera de Presidencia de la Generalitat, Neus Munté.
Pero esta acumulación de cargos dificulta la elección de Munté para ser la número la dos de Mas en el cargo orgánico del partido. Así, vuelve a coger fuerza la posibilidad de que la actual portavoz del partido, Marta Pascal, acabe siendo la vicepresidenta de CDC. También se ha puesto sobre la mesa el nombre de presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, para ocupar el nuevo cargo.
Con esta propuesta, Artur Mas quiere que desaparezca la figura histórica del secretario general del partido. A pesar de que, el mismo Mas ha afirmado que todas estas propuestas estarán sometidas a la decisión final que tomen los militantes de CDC en el congreso, el proceso del cual empieza este fin de semana, donde se prevé votar por separado la cúpula presidencial, presidencia y vicepresidencia, de la dirección ejecutiva.
