Uno de los secretos mejor guardados del Ayuntamiento de Barcelona es el servicio de comedor con cocina propia que hay en la octava planta del edificio de la plaza Sant Miquel a disposición exclusiva del alcalde y de su equipo de gobierno, y a cargo de las cuentas públicas. Pocos barceloneses tienen constancia de su existencia y tampoco es muy conocido entre los propios trabajadores municipales porque es un servicio semiclandestino que forma parte del paquete de privilegios que ha acompañado tradicionalmente al cargo de alcalde de Barcelona con la excusa de sus maratonianas jornadas de trabajo.
Pese al silencio con que el departamento de prensa del consistorio ha respondido a las reiteradas peticiones de esta periodista de obtener información sobre el personal que trabaja allí, desde cuando existe y si la alcaldesa, Ada Colau, y su equipo utilizan este servicio exclusivo de comedor habitualmente, EL TRIANGLE ha tenido acceso a una documentación que revela que sólo entre los meses de enero a julio de 2014 el gasto rozó los 20.000 euros. Tomando esta cifra como referencia y multiplicándola por los cuatro años de mandato de Xavier Trias, el gasto total se situaría en unos 160.000 euros.
Si ya es escandaloso que Trias comiera gratis pese a cobrar un sueldo anual de 143.000 euros y encabezar el ranking de los alcaldes mejor pagados del Estado español, todavía lo es más el contenido de la exquisita cesta de la compra pagada con el dinero de los barceloneses en un contexto de crisis económica y de recortes de servicios públicos. Según la documentación que consta en la Cuenta General del Ayuntamiento de Barcelona y que recoge las facturas y tickets de las compras efectuadas por este servicio de cocina- comedor, Trias y su equipo no se privaron de nada, empezando por el marisco y el pescado fresco. Gambas, langostinos, lubinas, colas de rape, almejas, mejillones de roca, calamares, merluza de palangre, sepias, filetes de ternera, cabrito, cordero, hamburguesas, morcillas, embutidos ibéricos y jamón de bellota son algunas de las delicatessen del sibarítico gobierno de CiU.
Una dieta equilibrada
Según la documentación que ahora se puede consultar en la Dirección de Servicios de Contabilidad gracias a la nueva política de transparencia y buenas prácticas del gobierno de Colau, el gasto de este servicio fue incrementándose con el paso de los meses y llama especialmente la atención los 9,4 kilos de langostinos que el gobierno municipal se zampó el 2 de julio. En enero el consistorio se gastó 1.309,40 euros entre bebidas (1.044,01 euros) y productos de supermercado como galletas, queso y yogures (265,39 euros).
El resto de meses, el gasto no bajó de los 3.000 euros siendo marzo el mes que superó con creces los 4.000 euros. Se nota que el equipo de gobierno convergente seguía una dieta equilibrada por el elevado consumo de frutas y verduras que hacía mensualmente, a pesar de que también son habituales los gastos menos saludables en pastelería y coca-colas.
Las facturas consultadas también constatan que durante 2014 Trias se gastó más de 6.000 euros en comidas en restaurantes. Los precios oscilan en función del número de comensales y van desde los 34 euros por dos menús hasta los 861,30 por unas jornadas del equipo de gobierno celebradas el 12 de septiembre que incluyeron 18 almuerzos y 19 comidas. Hay que destacar que en algunos casos las comidas de trabajo no bajaban de los 60 euros por cabeza e iban acompañados de copas de cava, y que el 2 de febrero alguien se comió a la salud de los contribuyentes un chuletón de un kilo de peso que costó 80 euros. En cuanto al bar de alcaldía, desde enero hasta septiembre de 2014 el gasto total llegó a los 5.386,19 euros.
Destaca el amplio abanico de cafés y las cajas de vinos y cavas de marca, como las 48 botellas de Torres Atrium, las 12 botellas de Viña Sol y las cajas de vino y cava Sumarroca y Codorniu.
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