Marta Ferrusola, la esposa del ex presidente Jordi Pujol, utilizó a terceras personas para extraer dinero de Andorra o hacer transferencias desde su cuenta bancaria en el Principado, según declaró en sede judicial Joan Jover, quien fue gestor de todas las cuentas de los Pujol Ferrusola en Andbank desde 2001 hasta 2010.
Según el relato que expuso delante del juez instructor, José de la Mata, nadie le dijo que el dinero procediera de un legado familiar, cómo han sostenido los Pujol, pero sí que señaló, en cambio, que cada uno de los hijos del ex presidente gestionaba su propia cuenta y que ninguna de ellas tenía como apoderado al hijo primogénito, Jordi júnior. «Todos los hermanos tenían cuenta. Más tarde o más temprano vinieron todos y nos íbamos viendo temporalmente», explicó Jover, revela El Español.
«Yo no llegué a ver nunca a la madre. Los pocos movimientos que hay en la cuenta es a través de una carta chófer. Viene un apoderado, con un poder para que haga la transferencia», expuso, según el mismo diario digital. Jover, eso sí, no pudo decir quiénes eran todos los representantes de Marta Ferrusola, si bien uno de ellos era su hijo mayor, según aseguró, añadiendo que no constaba como autorizado en la cuenta de la madre pero si tenía autorización para efectuar determinadas acciones con ella, como la cancelación de la cuenta.
Jover, por otro lado, no aclaró quién ordenó en 2010 la extracción de un millón de euros en metálico de la cuenta que los investigadores señalan, basándose en anotaciones manuscritas, que pertenecía a Jordi Pujol cuando todavía presidía la Generalitat. Según El Español, tampoco recordó quién se llevó aquella suma.
Panamá y la BPA
Cuando el dinero de los Pujol en Andorra se movió de Andbank, pasó a la Banca Privada de Andorra (BPA), entidad que creó una red de sociedades en Panamá al servicio de clientes VIP, publica El País. Entre los usuarios de estas sociedades estaban Marta Ferrusola y sus hijos, expone la misma información, que añade que los documentos entregados por Andorra a la Audiencia Nacional revelan que las sociedades panameñas investigadas se administraban desde una sociedad de Belice que era propiedad de BPA Servicios, filial de la BPA.
«El objetivo de BPA Servicios era constituir sociedades panameñas y otras a demanda del cliente (…) porque es la manera de evitar la retención», declaró el directivo de la BPA Santiago Roselló en los juzgados. Jordi Pujol Ferrusola, por su parte, explicó al magistrado De la Mata que la BPA le propuso el uso de una sociedad panameña, Kopeland Foundation. Señaló, de hecho, que el consejero delegado de la BPA de entonces, Joan Pau Miquel, le aseguró que de este modo se ahorraría el futuro impuesto sobre los ahorros. Los otros miembros del clan se habrían beneficiado de otras sociedades, como por ejemplo Clipperland.
