Los servicios de extinción de incendios que trabajan contra el fuego que ha quemado 1.200 hectáreas de las comarcas de Anoia y el Bages vigilan muy especialmente que las llamas no avancen hacia la ubicación de las instalaciones de Unión Española de Explosivos SA, el almacén de explosivos más grande de Catalunya.
La niebla, que había complicado el uso de todos los medios aéreos -17 helicópteros de la Generalitat y 5 del Ministerio de Agricultura- contra un fuego contenido pero todavía activo, ha empezado a escampar y se han podido empezar a elevar los efectivos aéreos para ayudar a combatir el incendio junto con los 122 medios terrestres y los más de 200 bomberos.
Según ha explicado el consejero de Interior, Jordi Jané, el principal problema durante las próximas horas puede ser el viento, que podría soplar de sur a norte y hacer peligrar zonas ya protegidas.
El incendio ha dejado de avanzar durante la noche gracias al esfuerzo de contención de los bomberos, que esperan tener controlado el fuego a partir del mediodía de este lunes. Las condiciones meteorológicas de las últimas horas son más favorables a los trabajos de extinción.
122 personas han sido desalojadas por precaución y han sido trasladadas a centros municipales.
Un imputado
El dueño de la finca donde comenzó el incendio ha sido imputado como presunto autor de un delito de incendio forestal. Él mismo ha cambiado su versión de los hechos y ha reconocido, este lunes, que manipulaba la picadora de paja que, según los agentes que investigan, es el origen del fuego.
