Con un presupuesto de casi 7 millones de euros para este 2015, el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) se nutre, fundamentalmente, de las cuotas que pagan sus afiliados (2,4 millones de euros), de los costes imputados por la tramitación de las recetas bonificadas por el CatSalut (1,6 millones de euros) y del sistema telemático que conecta la red de farmacias (2,2 millones). Es decir, cada una de las 2.243 farmacias que hay en la demarcación de Barcelona destina, de media, unos 3.000 euros anuales a pagar los gastos que los comporta su adscripción obligatoria al COFB.
En un contexto marcado por la fuerte crisis que sufre este sector, debido a los permanentes recortes en el precio de los medicamentos que fija el Gobierno central y al retraso crónico de la Generalitat en el pago de la bonificación de las recetas emitidas por la red pública de salud, estos 3.000 euros «pican» en la magra contabilidad de los farmacéuticos. Y más cuando en el presupuesto del COFB aprobado para 2015 se contemplan, por ejemplo, gastos y dietas de representación de los miembros de la Junta de gobierno del Colegio, que preside Jordi de Dalmases desde 2008, que ascienden a 454.150 euros (!).
(…)
La complicidad y la docilidad de Jordi de Dalmases ante los poderes políticos exaspera a muchos farmacéuticos catalanes, que atraviesan graves problemas de subsistencia para mantener su pequeño negocio de pie. El COFB se ha convertido en un «monstruo» con vida propia que parasita la débil economía de los establecimientos de farmacia con cuotas y comisiones insoportables.
EL TRIANGLE ha tenido acceso a un «curioso» documento que demuestra la avidez recaudatoria de Jordi de Dalmases. Se trata del pacto firmado, el 26 de julio de 2010, entre el entonces director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Josep Maria Sabaté, y Jordi de Dalmases, en su condición de presidente del CCFC. En este acuerdo, se establece que el Consejo de Colegios Farmacéuticos se quedará con un porcentaje de las ventas de los «absorbentes de incontinencia urinaria» (los pañales, para entendernos) que realicen las farmacias particulares.
En concreto, este «impuesto del pipí?» se establece en el 12,5% si la facturación mensual de una farmacia por la venta de pañales oscila entre los 3.201 y los 10.000 euros. Y el «impuesto del pipí?» se fija en el 35% si las ventas superan los 10.000 euros mensuales. Hay que tener presente que el margen comercial medio con que trabaja una farmacia es del 27%.
LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓ EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA
