Jaume Roures, presidente y propietario de un 33% de Mediapro , figura en casi 150 cuentas bancarias de varias entidades, como cotitular con empresas en la mayoría de los casos, que totalizaban a finales de octubre 250 millones de euros, revela El País.
El empresario catalán participa en varias sociedades que operan en Singapur, China, la India, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, los Países Bajos y Luxemburgo, entre otros estados, y las cuentas citadas se encuentran registrados en una veintena de países, según la misma información, entre ellos el Reino Unido, Portugal, Polonia, Argentina, la República Dominicana, Estados Unidos, Nueva Zelanda y los Emiratos Árabes Unidos. Además, también las hay en paraísos fiscales y zonas de tributación privilegiada (centros offshore), como por ejemplo Suiza, Liechtenstein, San Marino, Gibraltar -¡33 millones!-, las Islas Caimán y Singapur, donde tiene 75 millones, el 30% del total, cita El País.
Nueva batalla por el fútbol
Esta revelación del diario de Prisa, histórico rival de Mediapro en la ‘guerra’ por los derechos de difusión del fútbol, tiene lugar pocos meses antes del final del contrato de explotación vigente. Los operadores se preparan para conquistar la gestión de la temporada 2015-2016 y, en la órbita Madiapro, que tiene contratos con la mayor parte de los clubes, entre ellos el Real Madrid, Roures, Tatxo Benet y Gerard Romy impulsaron en noviembre de 2013 Futmedia, insertada en la trama de más de un centenar de empresas relacionadas con el presidente de Mediapro y dotada con un capital social de 368 millones con el objetivo de gestionar las imágenes.
No sesabe todavía cómo regulará el Gobierno la futura comercialización de la Liga de fútbol -la próxima temporada será de transición-, en relación a la cual el mismo diario plantea como destacada la buena relación entre Roures y el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas. Mediapro dejó atrás los 83,2 millones de pérdidas de 2012 con 7,1 millones de beneficio en 2013. Más lejos quedan el concurso de acreedores solicitado en 2010 y el cierre de la edición impresa de Público. La entrada en el negocio de la explotación de los derechos audiovisuales del fútbol en España fue decisiva, se admite desde Mediapro, para poder enderezar la situación.
